Muchos ciudadanos siguen haciendo caso omiso a las medidas contra la propagación del coronavirus. "El Sol tiene vitaminas. ¿Qué vas a hacer en casa quedándote pálido?", afirma una persona que pasea por la Gran Vía en contra de las directrices marcadas por el Real Decreto publicado por el Gobierno.
Aunque España vive en Estado de Alarma, hay algunos que siguen transitando por la calle, subestimando la situación en la que estamos: "No me creo las medidas. Es una mentira". Salen de casa y cometen una imprudencia que nos afecta a todos. Suponen un ejemplo de lo que no está bien.
Otros han decidido salir a correr, saltándose la prohibición expresa que recoge ya el Boletín Oficial del Estado. La Guardia Civil y otros cuerpos de Seguridad del Estado han intentado poner orden en varias ocasiones a través de megáfonos: "Que de manera inmediata se dirijan a sus domicilios y permanezcan en ellos".
A Burlada, en Navarra, también ha llegado la irresponsabilidad. La policía municipal ha tenido que reducir a una persona ebria que ha entrado a un supermercado tosiendo y escupiendo a las dependientas. Decía tener coronavirus.
En Benidorm, varios turistas se han enfrentado a la policía cuando les han dicho que se fueran a casa. Y en Cataluña se ha visto el paseo marítimo de la Barceloneta con muchísima gente. Los Mossos también se han visto obligados a reprender a los dueños de locales de ocio nocturno que no habían cerrado aún sus puertas.
"Esta madrugada hemos cerrado 238 locales de ocio nocturno en toda Cataluña. Solo con el compromiso y la responsabilidad de todos podemos combatir esta enfermedad", ha destacado el cuerpo policial catalán a través de Twitter.
Es la segunda noche consecutiva que lo hacen. En total, casi 600 establecimientos habían abierto sus puertas al público. Son ejemplos de la falta de conciencia e irresponsabilidad ante la peor pandemia del siglo.