La Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, considera que la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco del Valle de los Caídos, en San Lorenzo de El Escorial, "no está sometida a ningún requisito administrativo sanitario".
Así consta en la carta que la Dirección General de Salud madrileña, en su calidad de organismo competente en materia de sanidad mortuoria en la región, ha remitido este viernes al Ministerio de Justicia en respuesta al Gobierno central, liderado por Pedro Sánchez (PSOE), que había pedido un informe no vinculante sobre el proyecto de exhumación al Ejecutivo autonómico.
La Administración regional señala en la misiva, adelantada por 'El Mundo', que han transcurrido "más de cinco años desde el fallecimiento" del dictador, por lo que "no está sometido a ningún requisito administrativo sanitario en virtud de la normativa de sanidad mortuoria de la Comunidad de Madrid". Según esta normativa, transcurrido un lustro del enterramiento se pueden desenterrar sin autorización al considerarse 'restos cadavéricos'.
El Tribunal Supremo (TS) estudiará el próximo lunes si suspende de forma cautelar el acuerdo en el que el Gobierno central acordó continuar con los trámites de exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, como solicita la familia del dictador.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-administrativo del alto tribunal se reunirá ese día a las diez de la mañana para decidir sobre la medida cautelar solicitada por la familia Franco sin entrar a valorar todavía su recurso, según fuentes del Supremo. Es decir, los magistrados valorarán si procede o no paralizar de forma cautelar los trámites acordados el pasado 8 de noviembre por el Consejo de Ministros para seguir con el procedimiento de exhumación del dictador, en tanto que resuelve el recurso.
El Gobierno acordó la continuación del procedimiento de exhumación de los restos mortales de Franco en cumplimiento de la ley de 2007 que reconoce y amplía derechos y establece medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura.
Según lo aprobado por el Ejecutivo, los servicios técnicos de Patrimonio Nacional, en su calidad de patrono de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, serán los encargados de la redacción del proyecto para su tramitación con arreglo a lo previsto en la ley del suelo y rehabilitación urbana.
Los siete nietos de Franco se han negado a cambiarlo de sepultura, convencidos de que legalmente "no es posible" llevar adelante los planes del Gobierno. La familia tiene de su lado al prior de la basílica del Valle, Santiago Cantera, que no permitirá que saquen los restos de Franco sin el permiso de sus nietos. Estos incluso le hicieron llegar explícitamente su postura contraria vía notarial, para que quedara constancia.
Según su argumento, la basílica benedictina es un lugar de culto y, por lo tanto, está sujeta al Concordato con la Santa Sede. También han denunciado a los altos cargos que firmaron el proyecto de presupuesto de obra menor por los supuestos delitos de prevaricación y usurpación de atribuciones y funciones, y no han dudado en recurrir al Tribunal Supremo para intentar paralizar el proceso.
La familia del dictador lanzó un órdago al anunciar que, si finalmente los restos de Franco son sacados del Valle, los enterrarán en la cripta que la familia tiene en la catedral de la Almudena, en pleno centro histórico de Madrid, a lo que se opone el Gobierno de Sánchez. Frente que llevó a la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, hasta el Vaticano para tratar de que mediara en el conflicto el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín.
El Gobierno aseguró haber llegado a un acuerdo para que Franco no acabara en la Almudena. El Vaticano señaló en un comunicado que Parolín coincidía con Calvo en apoyar la exhumación pero matizó que "en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación".
El Ejecutivo de Sánchez aboga porque el dictador sea enterrado en el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), donde la familia Franco tiene un panteón en el que reposan desde 1988 los restos de su mujer, Carmen Polo.