Comprender lo que significa la Diada para el desafío soberanista pasa por la manifestación de 2012, en la que convocados por la ANC, un millón y medio de personas reclamaron como nunca antes la independencia de Cataluña.
Al año siguiente una cadena humana recorrió de punta a punta la comunidad. "Esto puede despertar la curiosidad e impresionar al mundo", afirmó en 2013 el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Un millón 600.000 personas que, mano a mano, exigían la consulta soberanista, una voluntad reflejada también en la Diada de 2014 con el 9-N ya convocado. Casi dos millones de personas formaron una 'V' gigante, llamando a votar.
Mismo reclamo en 2015, esta vez a las puertas de unas nuevas elecciones anticipadas. Artur Mas no asistió pero sí lo hizo su partido en una convocatoria donde el independentismo volvía a exhibir músculo. El año pasado Artur Mas asistía a la Diada ya como expresident junto todo el Govern, incluido Puigdemont.
La más política fue también la menos multitudinaria, 800.000 personas, según los policías locales, repartidas en cinco ciudades. Ahora, a tres semanas del 1 de Octubre, los ojos están puestos en la participación. "Haremos de esta Diada la mayor de las movilizaciones", aseguró Jordi Sánchez, el presidente de la ANC. Una vía para tomarle el pulso el ambiente de cara al referéndum.