Todavia no tiene nombre y al sustituto de Rajoy le llueven los problemas. La sentencia de la Gürtel valenciana saldrá a la luz de manera inminente y, a juzgar por sus propias confesiones, no parece que haya mucho margen para que no sea condenatoria.
"Es cierto que el PP se financiaba con dinero negro en los actos de campaña de 2007", declaró Ricardo Costa ante el juez. Era la primera vez que un exdirigente popular reconocía el dinero negro del partido.
Pero antes cinco empresarios ya habían reconocido que recibieron de manera ilegal más de 800 millones de euros en sólo cuatro años.
Por ejemplo, por el soterramiento de una línea de ferrocarriles en la Comunidad Valenciana, la Generalitat de Camps adjudicó 45 millones a la empresa de Enrique Ortiz, según un informe policial.
Concesiones del Gobierno de Camps, que tras la declaración de Costa, parecen cercar cada vez más el expresidente valenciano.
No son las únicas malas noticias de los tribunales para Génova: le quedan otras siete piezas de la Gürtel, el caso Bárcenas y la Caja B, el caso Nóos, el caso Lezo, la trama Púnica o las tarjetas black, que podrían llevar a Rato a prisión.