Se da así un ambiente de precacampaña en el que han despedido a Sánchez del pleno con gritos y gestos. Esta actitud ha sido recriminada por el presidente del Senado. "Estamos en un pleno de control al Gobierno, no estamos en un estadio de fútbol", ha apuntado Pío García-Escudero.
Los socialistas ya están preparando su campaña para el 28 de abril, en unos comicios para el que ya tienen su lema: 'La España que quieres'. Una España, según han dicho, inclusiva y feminista, y que, como ya ha repetido Sánchez en el Senado, les diferencia del modelo de país que defienden otros: "Uno luminoso y otro en blanco y negro".
Algo que, por cierto, comparte el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero: "Hemos visto algunas cosas que son de una España gris, triste e, incluso, a veces rancia". Tajante, se niega dar un paso atrás en temas como la violencia machista: "Un 'no' rotundo".
El PP, por su parte, ya está presionando a Ciudadanos de cara a los próximos pactos postelectorales. "Rivera firmó un acuerdo con Sánchez y después otro con Rajoy", ha querido recordar el secretario general de los populares, Teodoro García Egea. Ante esta afirmación, el presidente de la formación naranja se ha mostrado rotundo: "Cada voto a Ciudadanos será para que Sánchez se vaya a la oposición".
Mientras, Podemos ha insistido en la necesidad de que ellos salgan fuertes de las elecciones generales del 28 de abril. En esa línea se ha expresado Irene Montero, portavoz de la formación morada en el Congreso: "El PSOE en solitario jamás hubiese aprobado una subida del salario mínimo". De momento, prefieren no hablar de pactos.