El jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha declarado ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela como investigado por un delito de sedición en relación al asedio a la Guardia Civil en una operación el 20 de septiembre contra los preparativos del 1-O.

Trapero, que estaba citado a las nueve de la mañana, llegaba media hora antes a la Audiencia Nacional vestido de uniforme y escoltado a cada lado por dos mossos también uniformados. Le acompañaban Joan Carles Molinero, jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central, y Ferrán López, jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial, y a quien Trapero envió a algunas de las reuniones de coordinación policial con Guardia Civil y Policía Nacional para impedir el referéndum ilegal del 1-O.

El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero

Antes de Trapero, ha comparecido por videoconferencia la intendente de los Mossos Teresa Planas, citada también para declarar como investigada por sedición por el asedio a la Guardia Civil del 20 de septiembre. La juez le ha eximido de trasladarse a la Audiencia Nacional tras acreditar la agente que padece un problema de salud que le impide desplazarse.

A su llegada un grupo de diez personas compuesto por miembros del PDeCat, ERC y de En Comú-Podem les ha aplaudido. No obstante, ninguno se le ha podido acercar al encontrarse en el perímetro vallado que rodea las instalaciones de la Audiencia Nacional y que impide acercarse a los declarantes en su paseíllo hasta la zona de declaraciones.

Lamela considera a estos cuatro investigados responsables del asedio a la Guardia Civil durante la operación policial contra el referéndum ilegal del 1-O y califica su participación como sedición al entender que el fin último de los disturbios es el de una ruptura de la forma de Gobierno.

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