En la teoría de Pablo Casado, el déficit de nacimientos en España tiene una explicación: el aborto. "Para financiar las pensiones, hay que pensar en cómo tenemos más niños, no en abortar", ha afirmado el presidente del Partido Popular.
Sin embargo, la realidad le desmiente: en España han caído los nacimientos, sí, pero también los abortos: un 17% desde la ley de Zapatero en 2010. Las razones son otras: "La razón principal para tener menos hijos es que se tiene que invertir más por hijo", ha explicado Julio Paz, demógrafo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Casado ha propuesto volver a la norma de 1985, que, según él, tenía mucho consenso, aunque Alianza Popular la recurrió al Tribunal constitucional. Una vuelta al pasado que, por cierto, no quieren los populares gallegos. "La mujer siempre ha de ser libre", se ha limitado a decir Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios del PP.
En España, a dos de cada tres mujeres les gustaría tener al menos dos hijos, pero solo alcanzan a tener uno. Entre las razones destacan la inestabilidad y la precariedad laboral, que hace que la mayoría de embarazos se retrasen hasta los 34 o 35 años.
Por ello, varios dirigentes políticos han aprovechado para cargar contra la idea de Casado: "Ningún país en el que el aborto es ilegal se dejan de producir abortos. Más bien al contrario", ha asegurado Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso.
También fallan las políticas familiares. En España solo se destina un 1,5% del PIB, y una educación de 0 a 3 años no universal que no ayuda a conciliar; falta de conciliación que, según ha señalado Javier Maroto, hace que muchas terminen abortando.
"El supuesto de aborto más habitual en España es el que sucede en el tercer hijo", ha apuntado el vicesecretario de Organización del PP en declaraciones a 'Antena 3 Noticias'. Sin embargo, eso también es mentira: la mayoría de las mujeres que abortan no tienen ningún hijo, según el Instituto Nacional de Estadística.