La directora de la residencia Castrillón, en Lleida, ha relacionado el brote que sufre el centro con las visitas de los familiares en la desescalada.
"Hace unas semanas se empezó a cambiar de fase y comenzaron las visitas de los familiares. Se han hecho con absoluta seguridad y en la zona del jardín, pero ahora los vectores de contagio son mucho mayores", ha apuntado ante los medios.
Y es que, según ha destacado, "durante los tres primeros meses de la pandemia, que han sido los más duros y los más inseguros", se mantuvieron "limpios", lo que considera es "un gran éxito de personal y organización en general".
Hasta el momento, las autoridades sanitarias han detectado 18 casos en esta residencia. Las pruebas comenzaron a hacerse después de que una anciano presentara síntomas compatibles con el COVID-19 y 13 residentes y cinco trabajadores resultaron positivos.
En los primeros tres meses de la pandemia, que han sido los más duros, hemos estado limpios"
Ante esta situación, la directora ha pedido coordinación con los departamentos de Salud, mientras que en el centro se está "repasando un plan de contingencia" para hacer frente a dicho brote. "Estamos minimizando el riesgo", ha asegurado.
En este sentido, ha recordado que "ahora los brotes se pueden controlar mucho mejor" y ha llamado a no relajar las medidas para evitar volver a la situación epidémica inicial.
La residencia, con capacidad para 43 internos, alberga a 34 personas mayores. Hasta el momento, 13 ancianos se han contagiado y cuatro de ellos se encuentran ingresados en un hospital, aunque su estado de salud no es grave. El resto se encuentra en una planta de la residencia para evitar que el virus continúe propagándose.