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Este martes, ante el juez Fernández-Prieto

Lectura de labios y una de las mejores penalistas del país: la estrategia de defensa de Luis Rubiales para evitar la cárcel

¿Qué podemos esperar? Tras una primera semana de juicio en la que el expresidente ha hecho un ejercicio de contención desde el estrado es hora de que rompa su silencio ante un juez que ya ha perdido los papeles en alguna que otra ocasión.

El expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, y su abogada Olga Tubau.

Tras una primera semana de juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)Luis Rubiales, este martes será él quien se siente ante el juez de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, con el objetivo de salir indemne de un proceso que lo juzga por dos delitos a raíz del beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso y las posteriores presiones que sufrió para que saliera ante la opinión pública y minimizar lo ocurrido tras la victoria de la selección femenina del Mundial de 2023.

De esta manera, el primer objetivo de Rubiales será el de convencer al tribunal de que Hermoso sí consintió su beso. Un fin que perseguirá, tal y como ha podido saber laSexta, a través un informe de dos expertos en leer los labios que han analizado lo qué se dijeron momentos antes del beso. Precisamente, en esta prueba es sobre la que bascula toda la defensa de Rubiales en relación a la agresión sexual de la que se le acusa.

En concreto, estos dos peritos, miembros de la agrupación de personas sordas de Granada, han realizado un informe pericial de parte, a propuesta de la defensa del acusado, en el que aseguran que a partir de un vídeo de TikTok se puede comprobar cómo Rubiales le preguntó "¿un piquito?" y ella, supuestamente, habría dado su consentimiento. Si logra demostrar este extremo el delito de agresión sexual caería.

Pero, Rubiales, en cambio, se enfrenta a un segundo delito y, por tanto, segunda clave en su estrategia de defensa. Se trata de las presiones que habría sufrido Jenni Hermoso por parte de miembros de la RFEF. En este aspecto, no se espera que Rubiales aporte alguna novedad, pues se basará en en subrayar las versiones de algunos testigos que ya han negado ante el juez esas supuestas presiones a Hermoso.

Por ejemplo, la defensa del acusado pondrá de relieve la declaración del jueves pasado de la amiga de Hermoso Ana Ecube que viajó con la selección a Ibiza para celebrar la victoria de la selección femenina. Durante su testifical ante el juez, Ecube descartó que Rubén Rivera, exrresponsable de marketing de la RFEF, se dirigió a ellas en ningún momento con violencia o profiriendo amenazas. Algo que eximiría a Rubiales de la comisión de este tipo penal.

Además, también destacará el testimonio de otros responsables federativos que la semana pasada negaron ante el juez toda coacción, como fue el exdirector de comunicación, Pablo García Cuervo; o el responsable del fútbol femenino en la RFEF, Rafael del Amo. Si bien por este delito también están acusados el precitado Rivera; el exentrenador Jorge Vilda; así como el exdirector deportivo y persona de confianza de Rubiales, Albert Luque. En sus casos, la Fiscalía le pide un año y medio de prisión.

Si bien la esperanza de Rubiales para salir indemne de todo esto tiene nombre de mujer y se llama Olga Tubau, su abogada. Se trata de una bogada penalista de Barcelona con una trayectoria muy amplia y muy respetada en la profesión. Por ejemplo, ella fue la responsable de la absolución del mayor de la Mososs d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, en el juicio por sedición que se celebró en la Audiencia Nacional, así como de la condena del exministro del Interior, José Barrionuevo, por el secuestro de Segundo Marey a cargo de los GAL.

Ya durante la primera semana del juicio se ha visto a un Rubiales muy tenso mientras escuchaba según que declaraciones desde el estrado. Precisamente, desde su entorno temen que se caliente y se equivoque después de que Tubau haya conseguido mantenerlo en silencio, el menos en las primeras sesiones del juicio.

Eso sí, la letrada ya ha tenido que pedir perdón por los aspavientos y sonrisas de su cliente, al que tuvo que llegar a pedir en el vestíbulo de la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares que se tranquilizara. Silencio que este martes llega a su fin ante un juez que ya ha perdido los papeles con testigos y partes personadas en el procedimiento.