Declaración clave ante el Supremo
Lobato entrega al Supremo su móvil y el acta notarial de los mensajes de Moncloa y se salva de la imputación
¿Por qué es importante? El testimonio de Lobato y los mensajes de WhatsApp que depositó ante notario son clave para el devenir de la investigación: pueden suponer que trascienda a la Fiscalía y salpique a Moncloa.
Una hora y media de interrogatorio del que ha salido aún con la condición de testigo, tras entregar al juez su propio teléfono móvil. Es el resumen de la declaración deJuan Lobato ante el Tribunal Supremo este viernes, en el marco de la investigación que instruye el magistrado Ángel Hurtado contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos en el caso de fraude fiscal del novio de Isabel Díaz Ayuso.
El ya ex líder del PSOE de Madrid ha comenzado a prestar declaración a las 10:15 horas y no ha querido ofrecer declaraciones a la prensa al llegar al alto tribunal, donde ha entregado el acta notarial con los mensajes en los que un cargo de Moncloa le hizo llegar la confesión de la pareja de Ayuso, así como su propio teléfono móvil, cuyo contenido va a ser volcado en el alto tribunal.
Según fuentes presentes en la declaración, la entrega del teléfono ha obedecido a discrepancias que, según el instructor, contenía el acta, por lo que era necesario cotejarla con el textual de los mensajes telefónicos.
Al salir del tribunal, el propio Lobato ha asegurado ante los medios que la declaración ha ido "muy bien" y que ha quedado "todo contestado, acreditado". "Me han propuesto si ha voluntariamente quería poner poner a disposición el teléfono móvil", ha explicado, señalando que ahora "van a hacer un volcado y análisis" de su dispositivo. "Los socialistas, siempre la verdad y la ley por delante", ha reivindicado, antes de marcharse.
Aunque cabía la posibilidad de que fuera imputado este viernes, fuentes jurídicas presentes en su declaración confirman a laSexta que continúa con la condición de testigo, tras responder al magistrado Hurtado y a la teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde. En la sala también han estado presentes dos abogados del Estado -como defensores de los investigados: el fiscal general y la fiscal provincial de Madrid-, las acusaciones populares y el abogado del novio de Ayuso, Alberto González Amador.
A principios de semana, el magistrado citó a Lobato para declarar como testigo después de que 'ABC' publicara que la filtración del correo que la defensa de González Amador envió al fiscal del caso reconociendo los delitosvino directamente de Moncloa.
El citado diario también recogía que Presidencia habría tratado de implicar a Lobato enviándole esa información para que la utilizara para confrontar con Ayuso en la Asamblea de Madrid y este llevó ante notario los mensajes en los que se le hizo llegar la confesión. Su testimonio y esos mensajes, cuya acta notarial le había requerido el juez, son clave para el rumbo que pueda tomar la causa, porque pueden suponer que la investigación trascienda el ámbito de la Fiscalía y salpique directamente a Moncloa.
La soledad de Lobato
El propio Lobato ha reconocido en los últimos días que depositó en una notaría la conversación de WhatsApp que mantuvo Pilar Sánchez Acera -jefa de gabinete de Óscar López cuando el ahora ministro dirigía el gabinete de Pedro Sánchez-, en la que ella le envió una imagen de ese correo. Según su versión, no obstante, se le trasladó que procedía de la prensa.
Su decisión de acudir a una notaría, sin embargo, desató una crisis con Ferraz y Moncloa que el miércoles culminaba en su dimisión como líder del PSOE de Madrid y este viernes se ha reflejado en una imagen de absoluta soledad cuando ha llegado al Supremo, curiosamente, portando una carpeta con el logo del partido.