Las paredes de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid están cosidas a balazos. Balas de otra época, de cuando España se enfrentó consigo mismo. En ellas, al igual que en otros edificios del campus, son aún visibles los impactos de la metralla. Y es que, según el periodista Alberto de Frutos, coautor de '30 paisajes de la Guerra Civil', en noviembre de 1936 esta zona se convirtió en "un auténtico campo de batalla".
A plena vista se pueden observar los agujeros provocados por los disparos y las huellas de una de las primeras y más sangrientas batallas de comienzos de la Guerra Civil. "El famoso lema de la Guerra Civil, el 'No pasarán', ya había sido expresado por la 'Pasionaria' en un discurso radiofónico anterior, pero aquí es donde se hace fuerte", ha explicado a laSexta De Frutos.
La Ciudad Universitaria fue y sigue siendo uno de los escenarios clave para comprender la contienda española. El resultado de su trabajo son 30 enclaves, 30 paisajes para contar la historia desde esos lugares que, 84 años después, como los libros de la Facultad de Filosofía y Letras, también de la Complutense, siguen mostrando las heridas de la guerra.
"Se han encontrado balas, proyectiles, libros agujereados. Me gusta imaginar eso como una metáfora de la cultura como parapeto contra la muerte", ha expuesto De Frutos. Madrid no fue la única ciudad víctima de la guerra. La noche del 18 de julio del 36, Sevilla olía a quemado. Las iglesias ardían y se sucedían los saqueos por la guerra. Una muestra del asedio de la ciudad que quedó recogidas en varias imágenes, como esta fotografía tomada en el barrio de la Macarena.
En la obra de Alberto de Frutos también se destacan otros paisajes como el del Ebro, donde se libró la última gran batalla durante cuatros largos meses, o el de Barcelona, Valencia o Madrid. En la capital de España, la población corría a refugiarse en el metro cuando daban aviso las sirenas. "Paseamos por este entorno y no somos conscientes de la historia que hay detrás de cada uno de estos edificios", ha apuntado el periodista a laSexta.
El libro es, así pues, un viaje por toda la geografía española a través de mapas, líneas cronológicas y reseñas bibliográficas para profundizar en el conflicto como si viéramos una serie o escuchásemos un podcast: "Precisamente, porque vivimos en esta era del impacto visual y cognitivo, un estudiante va a encontrar en este libro ese acceso a la información que a lo mejor no en un ladrillo de 500 o 600 páginas, pues se le va a caer de las manos". Es, a fin de cuentas, otra forma de revisar ese pasado que sigue presente.