Fuentes jurídicas confirman a laSexta que los nueve CDR detenidos pretendían colapsar las comunicaciones en Cataluña entre el segundo aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre y la sentencia del procés.
Para lograrlo, el grupo planeaba colocar explosivos en puntos clave de la autopista de peaje AP-7 para obligar a los Mossos a cortar esta vía. Además, también que proyectaban inutilizar torres de telefonía.
Anteriormente, dos de los detenidos también habían reconocido que compraron los materiales explosivos incautados y que los probaron, así como que tenían una pistola de fogueo con munición real.
Ambos confesaron que participaron en la adquisición de diversas sustancias para elaborar mezclas con las que fabricar explosivos, después de que les mostraran vídeos y documentos gráficos en los que aparecen algunos de ellos haciendo pruebas en una cantera.
La detención de los CDR ha devuelto un clima de tensión a la política catalana que se materializó con una bronca en el pleno del Parlament después de que los independentistas comenzaran a gritar "libertad". Ciudadanos protestó y su líder acabó expulsado del hemiciclo.
Sergi Sabrià, presidente de Esquerra Republicana en el Parlament de Cataluña, dijo en Al Rojo Vivo que la detención de los siete CDR que han ingresado en prisión acusados de un delito de terrorismo "no se puede enmarcar en un sistema judicial de normalidad". Considera, además, que "se aplicó directamente la ley antiterrorismo en una campaña contra el independentismo".