Con la consigna de romper la normalidad en Semana Santa, los Comités para la Defensa de la República han vuelto a actuar: han cortado el Paseo de las Palmeras de Cambrils, en Tarragona. Más de 1.000 personas se echaron en la calle, según la Guardia Urbana, para pedir la libertad de los presos.
"No queremos presos políticos ni gente en el exilio", ha denunciado uno de los manifestantes. 'Democracia', 'president legítimo' o 'libertad' son solo algunas de las palabras que se han podido leer en las miles de cruces amarillas que los CDR han plantado en varias playas de Girona y Lleida.
El ojetivo: lograr la representación de un gran cementerio por la muerte, según han dicho, de la democracia, la libertad y la justicia. Los CDR ya llevan una semana liderando las protestas en Cataluña, con movilizaciones que desembocaron en actos violentos y que el ministro del Interior ha tachado de antidemocráticos.
Esto es, acosar a quienes no comulguen con el independentismo, según ha dicho el ministro Zoido, es violencia: "Intentar presionar a jueces y a fiscales es violencia. Enfrentarse con la policía es violencia. Intentar imponer un proyecto excluyente a la mitad de la población por las bravas no es democrático". El ministro respondía así al exentrenador del Barça, Pep Guardiola, que había salido en defensa de los CDR.