Ante las aglomeraciones que presentan muchos centros, algunos padres están optando por llevar a sus hijos a centros con menos niños. Es el caso de Dani. Este curso le tocaba irse al cole de mayores, pero se ha quedado en una escuela rural de Teo.
Su madre cuenta que en el centro de mayores hay unos 600-700 niños, mientras que en la escuela rural cuenta con un único espacio que no tienen que compartir y es todo para ellos.
El colegio do Raxó solía tener 13 niños, mientras que este año cuentan con 20, el año en el que más han tenido. Está a 15 minutos de Santiago y hay familias que prefieren llevarlos en coche allí por la pandemia.
Los pueblos gallegos están llenos de centros de este tipo, entornos enormes construidos en los años 70 y 80, cuando acumulaban cientos de niños entre sus paredes, cantidades que ni se parecen a las actuales.
El director del CEIP de Boqueixón, a 20 minutos de Santiago, nos recibe con una buena noticia: es la primera vez en muchos años que incrementan matricula, con 12 niños más este curso. “Nos consta que hay padres construyendo y alquilando casas”, nos cuenta José Manuel Silva.
Un éxodo al campo que podría ir todavía a más si aumentara el teletrabajo.