El caso de Yolanda Martínez y las otras dos españolas que piden ser repatriadas de los campamentos sirios muestra el dilema que vive Europa: aceptar o no el retorno de los yihadistas y sus familias.
Luis Martínez, padre de Yolanda, denuncia que no solo existe el caso de sus "nietos, sino que hay muchos niños que están viviendo allí sin padre ni madre".
Las tres españolas se casaron con miembros de la Brigada Al Andalus, que hasta su desarticulación en 2014, captaba en la mezquita de la M-30 a futuros yihadistas.
Raquel Alonso, autora de 'Casada con el enemigo', conoce a las españolas retenidas en Siria, su marido integraba la mima célula yihadista. "Mi vida es feliz y normal hasta que da un giro, se acerca a la mezquita de la M-30 y ahí empieza el calvario", nos explica. Tras esto, empieza a ver cómo su marido radicaliza a sus hijos. "Yo fingí una conversión al Islam para evitar que los siguiera adoctrinando", apunta.
Además, advierte que no todas las mujeres aceptaron voluntariamente convertirse en el vientre de la Yihad. "Hay personas que se marchan con sus maridos de mutuo acuerdo, pero hay personas engañadas a través de las redes sociales y captadas en mezquitas.
En España, 234 personas viajaron para unirse al grupo terrorista, entre ellas una veintena de mujeres. Sólo 44 han regresado. Las tres españolas y sus hijos, 15 en total, aspiran a engrosar las cifras de retornados.
Las mujeres europeas de yihadistas se enfrentan en Siria un limbo legal. Por eso, algunos países como Francia y Alemania han optado por repatriar a los más vulnerables: los niños.