Enrevesado otoño político para el primer Gobierno de coalición, intrincado por las tensiones internas y las diferencias entre el PSOE y Podemos. Frenar la expansión del virus sería la mejor receta para frenar la recesión económica, aunque también ayudarían unos nuevos Presupuestos Generales del Estado.
Unas cuentas públicas que incluyan las ayudas que vienen desde Europa, pero en busca de apoyos parlamentarios, Sánchez mira a una Arrimadas que quiere que los Presupuestos no gusten a Iglesias, mientras que Iglesias sigue prefiriendo a sus socios habituales, entre ellos, ERC.
La COVID-19 ha relegado a un segundo plano la mesa de negociación prometida a los independentistas. Eso podría allanar el camino hacia un pacto entre PSOE y Cs. Otros asuntos como la investigación al rey emérito o las cuentas de Podemos pueden hacer tambalear al Gobierno de coalición.
En el horizonte también está la moción de censura que presentará Vox en el Congreso de los Diputados, que colocará en una posición incómoda al Partido Popular. Su intento de giro al centro, con la salida de Cayetana Álvarez de Toledo como movimiento clave en las últimas semanas, decisión que, para muchos, es un cierre de filas más que un viraje hacia el centro.