El manifiesto, leído por los periodistas Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón, ante la presencia de miles de personas que han respaldado la protesta, ha destacado que "los acontecimientos de los últimos días suponen una humillación del Estado sin precedentes en nuestra vida democrática".
En el texto, se subraya que "ningún gobierno está legitimado para negociar con la soberanía nacional" y que las cesiones "intolerables" de Sánchez al independentismo catalán representan "la renuncia del Ejecutivo a cumplir con su obligación de guardar y hacer guardar la Constitución".
"No estamos dispuestos a tolerar más traiciones, ni concesiones frente a aquellos que quieren destruir nuestra patria. Estamos aquí para decir alto y claro que la unidad nacional no se negocia", remarca la declaración, que concluye con la exigencia de convocatoria inmediata de comicios generales.
Según los portavoces de la concentración, ante propuestas como la de que haya un relator en las conversaciones sobre Cataluña, "una puñalada por la espalda a la ley y a la Justicia", solamente son válidas las propuestas que se atengan a la letra y al espíritu" de la carta magna. "Dentro de la Constitución, todo tiene cabida. Fuera de ella, nada es, ni será nunca aceptable", proclaman.
Tras insistir en que no se puede poner en peligro la integridad territorial, el manifiesto remarca que el Gobierno socialista ha puesto en riesgo la convivencia, la igualdad, la solidaridad y la libertad de los ciudadanos, "la obra de miles de españoles".
En el texto, se hace hincapié en los "bandazos permanentes" de Sánchez y en el "hartazgo" de su "deriva suicida", así como que haya cedido al "chantaje" de quienes quieren destruir la convivencia y renunciado a "defender la dignidad de los españoles con el único objetivo de mantenerse en el poder".
Frente a esta postura, se reivindica "sin complejos la unidad de España", la igualdad de todos los españoles ante la ley y el principio de solidaridad entre las comunidades autónomas, porque "en España nadie está por encima de nadie".
El manifiesto destaca además "el apoyo cerrado a los jueces que llevan meses sufriendo la presión independentista" en puertas del juicio sobre "el asalto a la unidad de la Nación española", que comienza esta semana en el Tribunal Supremo.
En el manifiesto, se justifica el por qué no han sido los líderes de PP, Pablo Casado, y de Cs, Albert Rivera, los promotores de la protesta, los que no hayan tomado la palabra al cierre del acto y hayan optado por delegar la lectura en tres periodistas.
"Los partidos han preferido poner hoy el acento en lo que nos une a todos, dejando las legítimas diferencias entre ellos fuera de esta plaza", se afirma.
El acto se ha cerrado con gritos de "Viva la Constitución" y "Viva España". La Policía Nacional ha cifrado en unas 45.000 las personas que han acudido a la Plaza de Colón, según los cálculos facilitados a la Delegación del Gobierno.