El primer testigo en declarar fue Joan Tardà, que comenzó su declaración siendo reprendido por Manuel Marchena tras afirmar que pensaba responder en catalán a las preguntas de Vox. "No empezamos bien", respondía Marchena.
El magistrado explicaba que "como testigo tiene obligación de usar lengua oficial del foro". Posteriormente, el diputado catalán decía que "el juicio está inspirado en venganza", pero Marchena volvía a recordarle que "no está autorizado a hacer valoraciones" y que está ahí para esclarecer el hecho.
Así, Marchena le ha pedido "por favor" que "se someta a la razón de su llamamiento" a declarar como testigo en el procedimiento, pero que no lo haga "a partir de sus valoraciones, sino a partir de lo que pudo percibir" cuando tuvieron lugar los hechos, tras lo cual le ha recordado que dispone de "otros foros" para poder expresarlo.
Pero Marchena no sólo ha tenido que llamar la atención a Tardà, sino que también ha reprendido al abogado de Vox, porque, a juicio del presidente del tribunal, estaba pidiendo al testigo que "valore comportamientos ajenos" de los acusados al preguntarle si los acusados estaban "integrados en la unidad de acción" dirigida a lograr la independencia de Catalunya. "No existe el testigo opinante para la valoración de los hechos", ha recordado a Fernández, que sólo ha hecho cuatro preguntas.