El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha destacado el papel que el Gobierno de España está teniendo en materia migratoria en la Unión Europea y ha señalado que la inmigración "no es un problema, sino un reto".
En su visita a Algeciras para la entrega de la Medalla de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar a la Policía Nacional, el ministro ha coincidido con la tesis defendida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Bruselas para reclamar más fondos para acogida de inmigrantes.
"El presidente ha defendido un aumento de los fondos de cohesión europeos para esta partida que es de solidaridad", ha insistido Marlaska. El ministro ha insistido en que desde que tomó posesión del cargo, Sánchez "tomó la dirección de implicar a la UE" y "se está haciendo política migratoria, que es algo que había dejado de hacerse".
En ese sentido, Marlaska ha señalado tres aspectos respecto a la inmigración en los que se centra su trabajo: "Colaboración con los países de origen, lucha contra las mafias y acogida de los inmigrantes que vienen".
Con ello, el titular de Interior ha desmentido que este asunto haya supuesto una fricción entre los socios de un Gobierno que sostiene que "se ha construido despacio", pero "seriamente y sobre unos cimientos sólidos".
Primeras tensiones en el Gobierno
Los anuncios de Marlaska sobre política migratoria generaron las primeras discrepancias en el Gobierno de coalición.
Unidas Podemos considera que "apostar por endurecer la ley contra las personas que vienen a trabajar a nuestro país huyendo del hambre y de la guerra o elogiar sentencias que avalan la violación de sus derechos humanos no sólo es lo contrario de lo que figura en el acuerdo de gobierno de coalición, es además lo contrario de lo que desean la inmensa mayoría de los votantes del PSOE y de Unidas Podemos".