En declaraciones a Catalunya Ràdio realizadas desde Ginebra (Suiza), donde reside, Marta Rovira ha explicado que, después de unos meses en los que ha procurado "cierta estabilidad" personal y familiar, está en condiciones de poder aumentar su presencia pública.
Después de explicar que antes de decidir "emprender el camino del exilio" para evitar su encarcelamiento tuvo la ocasión de hablarlo con el líder de ERC, Oriol Junqueras, Marta Rovira ha admitido que los ocho meses de silencio mediático obedecían no sólo a la necesidad de organizar su nueva vida en Suiza, sino también a su voluntad de "no añadir tensión al debate político".
Se ha mostrado muy crítica, en este sentido, con la falta de unidad del independentismo, que ha considerado "absolutamente imprescindible", y ha apelado a las diversas fuerzas a recuperar la vía de la negociación y del consenso. "Es imprescindible encontrar la fórmula de entendernos", ha insistido antes de indicar que "no es el momento de reproches y de escribir libros" sobre lo ocurrido en octubre del 2017: "como mínimo, yo no voy a escribir ninguno", ha puntualizado.
"Ahora mismo es imposible hablar de todo lo que sucedió porque tenemos compañeros en la cárcel que en podo tiempo tendrán un juicio injusto, y todo lo que pueda decir podría suponer un reproche hacia otras personas que sufren", ha indicado.
Marta Rovira, que ha explicado que en Ginebra tiene la ocasión de hablar muy frecuentemente con la exdiputada de la CUP Anna Gabriel y que ambas coinciden en la voluntad de trabajar por la internacionalización del proceso independentista, ha afirmado que "desde el exilio es muy difícil dirigir el partido o un país".
Se ha mostrado partidaria, en este sentido, de que los partidos independentistas "den paso a nuevas generaciones y nuevos liderazgos" y ha animado "a apoderar a la nueva generación de políticos que no sufren la situación excepcional" que viven los que, como ella, estaban en primera línea en octubre de 2017.