Sigue la búsqueda

Más de 40 días sin rastro: los cuatro desaparecidos de la DANA que todavía no han sido localizados

¿Quiénes son? Francisco, Elisabet, José Javier y Mohamed siguen en paradero desconocido, mientras se complican enormemente todos los trámites para sus familias. No les pueden dar por muertos todavía porque legalmente tendrían que pasar tres meses.

Los desaparecidos de la DANA

Más de 40 días después de la devastadora DANA que azotó la Comunitat Valenciana dejando 222 muertos, las autoridades siguen buscando a los desaparecidos por las inundaciones. En concreto, hay cuatro personas en paradero desconocido a los que ponemos nombres y apellidos: Francisco Ruiz Martínez, Elisabet Gil Martínez, José Javier Vicent y Mohamed Belhadi.

Desde el 29 de octubre, el fatídico día de la DANA, se han ido actualizando las cifras de los muertos y desaparecidos conforme iban pasando los días. Sin embargo, desde el pasado 27 de noviembre el Centro de Integración de Datos (CID) no ha cambiado las cifras y estas se quedan situadas en 222 muertos y cuatro desaparecidos, que son tres hombres de 56, 59, 64 años, y una mujer de 38 años.

A día de hoy, no han cesado las labores de búsqueda de estas cuatro personas en la provincia de Valencia pese a que hayan transcurrido más de 40 días. No hay fecha para que el extenso dispositivo activo dé por finalizadas las labores de búsqueda. Y son muchos los efectivos que tratan de localizarlos por tierra y mar y se busca sobre todo en la Albufera y los entornos del barranco del Poyo y los términos de Loriguilla, Pedralba, Sot de Chera y Montserrat, entre otros.

No obstante, a nivel legal se ha establecido que si los cuerpos no aparecen, los familiares podrán solicitar en el juzgado la declaración de fallecimiento en tres meses, el 29 de enero. Algo que permitirá abrir los testamentos y los parientes tendrán derecho a pensiones de viudedad, orfandad, etc. También podrán pedir la indemnización de 72.000 euros por fallecido del Gobierno.

Pero la recuperación de los cadáveres, además de resolver trámites legales, es fundamental para empezar a aceptar la realidad y gestionar las emociones porque para las familias de los desaparecidos el tiempo se detuvo el 29 de octubre. Estas familias trasladan a laSexta que solo sentirán alivio cuando los localicen.

Francisco Ruiz Martínez

Francisco Ruiz Martínez, de 64 años, desapareció en Montserrat y la última vez que se le vio fue en el aparcamiento de un supermercado mientras intentaba salvar a sus nietos de la riada subiéndolos al techo de un coche. Los niños sobrevivieron, pero Francisco fue arrastrado por el agua. De él, según cuenta ABC, un zapato y una gorra, y se cree que su cuerpo podría haber llegado a Montroy (a unos cuatro kilómetros).

Elisabet Gil Martínez

Elisabet Gil Martínez, de 38 años, circulaba en coche por una carretera secundaria de Chiva con su madre y ambas se dirigían a su trabajo en el hotel La Carreta, ubicado en la A-3. El cuerpo de su progenitora apareció varios kilómetros abajo del barranco del Poyo, pero ella sigue en paradero desconocido al igual que el coche en el que se encontraban.

El tío de Elisabet ha hablado con laSexta y ha contado que la Guardia Civil les informa a diario sobre la búsqueda. "Que hoy los encuentren, que hoy nos den noticias... eso es lo que deseamos", desea y espera que se alivie la situación de la familia tras semanas de sufrimiento. "Tengo la certeza de que (mi sobrina) si no se quitó el cinturón, cuando encuentren el coche la encontrarán a ella", expresa y pide que se sigan buscando para, por lo menos, encontrar "donde llevarle flores y donde llorarle".

José Javier Vicent

José Javier Vicent, de 56 años, estaba con su hija en una casa de campo cerca del barranco de Pedralba. El cuerpo de Susana apareció dos días después de la riada en una playa de Sueca a más de 70 kilómetros. A día de hoy, de José Javier no se sabe nada pese a las búsquedas en el cauce del río Turia y zonas costeras. Su familia pide que se siga buscando.

Mohamed Belhadi

A Mohamed Belhadi, de 59 años, ni siquiera le ponemos cara ya que no estaba en los registros. A él se le perdió la pista en Paiporta, una de las zonas más afectadas por la DANA, donde residía en una chabola que quedó arrasada. Ahí vivía con otras dos personas, que lograron salvarse al refugiarse en un árbol, según cuenta 7televalencia.

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