Un total de 188 concentraciones se han llevado a cabo en diversos puntos del país, principalmente en el País Vasco, para protestar por la decisión del Tribunal Supremo de que se celebre un nuevo juicio contra el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y otros cuatro dirigentes de la izquierda abertzale por intentar reconstruir Batasuna a través del grupo Bateragune. Las 188 concentraciones han tenido lugar en el País Vasco, Navarra, la localidad vascofrancesa de Hendaia, Santiago de Compostela y Barcelona, según fuentes de EH Bildu.
Representantes del PNV han acudido a alguno de estos actos, que, además de por EH Bildu, han estado convocados por Podemos, Ezker Anitza-IU y los sindicatos ELA, LAB y Steilas, con el apoyo de otros colectivos como ESK, Sare, Etxerat y Gure Esku Dago. Una de las concentraciones más numerosas se ha celebrado en Bilbao, en las que han participado cientos de personas. Entre ellas estaba Otegi y otro de los condenados, Arkaitz Rodríguez, que no han hecho declaraciones a los medios.
También han participado en esta concentración los dirigentes del PNV de Bizkaia Miren Araneta y Jon Andoni Atutxa, según han informado este partido. El diputado de Podemos Roberto Uriarte y la secretaria general de CCOO de Euskadi han sido otros de los asistentes. Los concentrados se han reunido durante una media hora en silencio en la plaza del Arriaga de Bilbao junto a una pancarta con la inscripción "Demokrazia", la misma que la empleada en las demás concentraciones.
En representación de EH Bildu, Unai Urruzuno ha señalado que existen "sectores muy poderosos en el Estado", del "régimen del 78", que "instigan" decisiones como la adoptada por el Supremo y plantean un escenario de "involución". Ha hecho un "llamamiento a los sectores progresistas y soberanistas" no solo para responder a estos "ataques" sino para poner en marcha una "agenda democratizadora". El diputado de Podemos Roberto Uriarte ha pedido el "cierre definitivo y el archivo de las diligencias del caso Bateragune" y ha señalado que el tiempo ha demostrado que Otegi y los demás condenados no estaban construyendo una "estructura ilegal" sino un "partido legal".
El sindicato LAB ha considerado una "injusticia la repetición del juicio" por el caso Bateragune y ha pedido que "se acaben todos los juicios políticos". El Tribunal Supremo decidió por unanimidad el pasado lunes que se celebre un nuevo juicio por el caso Bateragune, por el que Arnaldo Otegi y otros cuatro dirigentes de la izquierda abertzale fueron condenados a seis años de prisión, ya cumplidos, sentencia anulada después por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la falta de imparcialidad de una magistrada que los juzgó.
El Supremo considera obligado celebrar un nuevo juicio porque entiende que las defensas y acusaciones tienen derecho a una resolución sobre el fondo del asunto, ya que la nulidad del primer juicio ordenada por Estrasburgo no es sinónimo de absolución. Otegi y el exdirigente de LAB Rafael Díez Usabiaga fueron condenados por la Audiencia Nacional a 10 años de prisión por pertenencia o integración en organización terrorista y otros tantos de inhabilitación, mientras que al resto -Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez- les impuso 8 años de cárcel.
Al revisar la sentencia, el Supremo rebajó las penas a entre 6 y 6 años y medio, un fallo que más tarde avaló el Tribunal Constitucional; no así el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que en noviembre de 2018 acabó dando la razón a los condenados al considerar vulnerado su derecho a un juez imparcial, debido a un comentario que hizo en el juicio la presidenta del tribunal.
Ahora, en cumplimiento de esa resolución del TEDH, que no fue recurrida en su momento por la Abogacía del Estado, el Supremo ha anulado la sentencia que llevó a Otegi a prisión y, siguiendo el criterio del fiscal, ha acordado repetir el juicio con un nuevo tribunal. El nuevo juicio puede tardar meses en celebrarse por diversos motivos.