España dice adiós a la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores. El Consejo de Ministros ha certificado este jueves la aprobación del real decreto por el que, desde el próximo sábado, 26 de junio, esta protección ya no será necesaria al aire libre.
Ahora, si bien habrá circunstancias en las que seguirá siendo demandada —desde Sanidad recuerdan que lo que ha dejado de ser obligatorio es llevarla, pero ello no significa que debamos quitárnosla—, la población se enfrenta a un panorama casi desconocido desde que afloró la pandemia.
"Se trata de una decisión tremendamente importante, porque va a significar que las mascarillas dejan paso de nuevo a la sonrisa", ha expresado la titular de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros extraordinario, en el que también se ha aprobado la rebaja al IVA de la luz.
Así, según la dirigente, "todos los indicadores" apuntan a que España puede tomar esta medida, y pone el foco "no solo en la incidencia, pero especialmente la ocupación de camas", muestran "una evolución favorable".
No obstante, la ministra recuerda que esta flexibilización tiene letra pequeña: tal y como se decidió en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud ayer, miércoles, el tapabocas va a tener que acompañarnos siempre y cuando no podamos mantener la distancia mínima de seguridad, así comoen el interior de bares, restaurantes, oficinas, trenes, autobuses y un largo etcétera. "Llevémosla siempre con nosotros, aunque no nos la pongamos", pide Darias.
¿Dónde y cuándo habrá que llevarla?
La principal novedad esgrimida por Sanidad reside en el matiz de la distancia. Da igual que estemos al aire libre: si no puedes separarte más de 1,5 metros de alguna persona no conviviente que esté a tu alrededor, estás obligado a llevarla. Repasamos los lugares concretos en los que esta protección seguirá siendo necesaria:
- En todos los lugares cerrados abiertos al público. Esto es algo que el Gobierno ya vaticinó, pero ahora se confirma. Desde bibliotecas a supermercados, sin olvidar que aquí también entran todos los transportes públicos.
- En autobuses, el metro, transporte aéreo y ferroviario, teleférico o barcos. No obstante, en este último caso el Ejecutivo ha acordado una excepción: no será necesaria en camarotes de carácter privado o en espacios exteriores de las embarcaciones donde sí se pueda garantizar 1,5 metros de distancia interpersonal.
- En eventos multitudinarios al aire libre. Aquí, según indica Sanidad, depende de la situación. Si es un evento donde se prevén aglomeraciones y la gente está de pie, sí. Si es un evento donde los asistentes ocupan asientos y estos están separados por más de 1,5 metros de distancia, no.
- En las residencias. En este caso, no serán obligatorias para residentes —personas mayores o con diversidad funcional— ni tampoco para personas en dependencias destinadas a trabajadores esenciales. Eso sí, siempre y cuando en estos espacios se haya superado el 80% de vacunación. No obstante, sí serán obligatorias para visitas y para trabajadores de las instituciones a la hora de atender a los usuarios del centro.
¿Podría volver a ser obligatoria en todos los casos?
El pasado lunes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, abrió la posibilidad a que esta protección contra el COVID-19 volviera a ser obligatoria si subían los contagios. No obstante, tras los matices anunciados tras el Consejo Interterritorial de Salud (y la obligatoriedad a llevarla si no hay distancia), se antoja como un hecho poco probable.
En este sentido, como arrojaba el propio Simón, esto es algo que "puede llegar a pasar", pero incide en que cree "que no pasará". Así, el experto lanzaba: "Las medidas que se están tomando ahora y que se han tomado durante toda la epidemia no se tienen que marcar a fuego como permanentes. Dependen siempre de la situación epidemiológica y de la evolución de la pandemia".
De este modo, y a pesar de que la incidencia se ha estancado durante dos días seguidos, el aumento del ritmo de la vacunación prevé una mejora de los casos. Sin ir más lejos, ayer se logró el hito de tener al 50% de la población española con al menos una dosis de la vacuna. Un nuevo logro que nos acerca al objetivo de la inmunidad de rebaño.
La mayoría de CCAA, a favor de retirar la mascarilla, pero no todas
La ministra Darias, durante su intervención de hoy, ha querido ser tajante: "En esta pandemia entramos juntos, y vamos a salir todos juntos. La mascarilla ha sido un símbolo, y ha habido un tratamiento igualitario en todo el territorio nacional. Y es muy importante que siga siendo así".
De este modo, y después de que la eliminación de mascarillas en exteriores haya dado mucho que hablar en las reuniones del Consejo Interterritorial de Salud de las últimas semanas, la ministra quiere zanjar cualquier duda ante la posibilidad de tener 17 planes distintos para esta protección.
La cuestión es que las diferencias estaban ahí. Por un lado, comunidades como Galicia, Castilla-La Mancha, Madrid o Murcia fueron de las primeras en demandar esta flexibilización, pero en la otra cara de la moneda estaban territorios como Euskadi, Andalucía o Cataluña, donde la medida se veía, como mínimo, con escepticismo.
En cualquier caso, es el Gobierno el que ha tomado la decisión y es del que, en última instancia, depende su aplicación. En este sentido, esta se ha materializado través de un real decreto que modificara al que fue aprobado en junio del año pasado, el bautizado como decreto de "la nueva normalidad". De este modo, una vez sea publicado en el BOE, será una realidad.
Dudas y quejas de las autonomías
Este procedimiento se traduce, a su vez, en otra cosa: a diferencia de lo que ha ocurrido en otros momentos de la pandemia (por ejemplo para decidir las medidas tras el estado de alarma), esta vez no se ha sometido la medida a votación entre las CCAA.
Un hecho que ha provocado la respuesta de diversos líderes autonómicos, como los de Andalucía, Castilla y León o Madrid. Concretamente, desde la Junta andaluza, encabezada por el popular Juanma Moreno, ya han advertido de que seguirán recomendando el uso de la mascarilla en exteriores aunque no sea obligatorio; probablemente, "hasta el mes de agosto".
También, desde Castilla y León, el presidente Alfonso Fernández Mañueco ha lanzado el siguiente mensaje, en clara crítica por la adopción de esta medida: "Todos estamos deseando que la mascarilla desaparezca de nuestras vidas, pero con prudencia y bajo criterios científicos, no políticos".
Un rechazo que también han compartido en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, a pesar de aceptar la medida, duda se haya tomado la decisión "pensando en los porcentajes, las distancias y la vacunación".
¿Un nuevo lío jurídico?
Estos planteamientos chocan con el que han hecho territorios como la Comunidad Valenciana, Baleares o incluso el País Vasco, que en un principio se había mostrado en contra de levantar la medida. Concretamente, desde la región liderada por Ximo Puig ya garantizan que adaptarán sus medidas para levantar la obligatoriedad de la mascarilla, igual que en el archipiélago, donde salud también ha confirmado que los habitantes baleares no tendrán problemas para ir sin mascarilla por la calle.
La cuestión es lo que ocurre en Euskadi: el mismo día que el Gobierno ha aprobado la flexibilización de las mascarillas, el Parlamento Vasco también ha hecho lo propio con su nueva ley antipandemia. Y resulta que, en la propuesta, se recoge expresamente la obligatoriedad de emplear protecciones en la vía pública mientras esté en vigor la emergencia sanitaria.
No obstante, esto encuentra una solución sencilla por la forma en la que se ha decidido implementar la medida. Como el Ejecutivo ha aprobado un real decreto, todo apunta a que no será necesario un cambio legislativo complejo.
En este sentido, el Gobierno de Urkullu se ha mostrado, finalmente, abierto a aceptar el cambio, pero desde la Sanidad vasca insisten: "La mascarilla será necesaria en aún en muchas situaciones en la calle", de acuerdo con Jonan Fernández, el coordinador de la Comisión Técnica del LABI. Así, las autoridades recomiendan tener siempre el tapabocas a mano, debido a que será responsabilidad de todos no empeorar la situación epidemiológica.