Carlos Mazón ha dado finalmente explicaciones por su cuestionada gestión de una DANAque deja más de 200 víctimas mortales en Valencia. Lo ha hecho con escasa o nula autocrítica, en una comparecencia ante Les Corts en la que no ha habido ni rastro de la palabra 'dimisión'. El president valenciano, en cambio, ha sostenido que la magnitud de la catástrofe fue tal que desbordó todos los sistemas y ha disparado contra todo y todos para salvarse.

"No voy a negar fallos. Ni es posible hacerlo ni sería útil", ha reconocido, para a continuación repartir culpas y señalar a todos, menos a sí mismo y a su Govern. Así, ha puesto la diana en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ahondando en el relato que viene manteniendo de que no contaron "con información suficiente y a tiempo". "Se hizo lo mejor que se pudo en la situación en la que se estaba, con la información de la que se disponía y con los recursos con los que se contaba", ha aducido.

"Es legítimo preguntarse si en general el sistema respondió como creíamos que debía responder. Para esto último sí tengo la primera respuesta: no lo hizo", ha aseverado Mazón. "Muchos valencianos piensan, yo el primero, que fallaron demasiadas cosas, incluso que falló el sistema entero", ha clamado.

Así, ha echado balones fuera durante dos horas antes de anunciar cambios en su Govern, pero ningún cese: una nueva Vicepresidencia para la reconstrucción y una Consellería de Emergencia e Interior. Ninguna mención a sus conselleras Salomé Pradas y Nuria Montes, ambas en el punto de mira. La primera llegó a admitir que desconocía la existencia del sistema de alertas masivas a la ciudadanía y la segunda ha estado en el foco de las críticas por su falta de empatía hacia las víctimas.

Mazón ha anunciado a su vez que el PP pedirá una comisión de investigación en Les Corts y ha manifestado su deseo de que se cree otra en las Cortes Generales.

El relato del "apagón informativo"

El president de la Generalitat ha insistido en todo caso en su tesis del "apagón informativo" por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar, asegurando que la información sobre la letal crecida en el barranco del Poyo fue "fragmentada, inexacta y tardía" y que este organismo no informó al respecto durante más de dos horas, hasta las 18:43 del día de la tragedia. "Lo más llamativo de todo es que la Confederación, que está presente en el CECOPI, no dijo nada", ha reprochado.

"Nadie dijo nada, ni el presidente de la Confederación ni sus colaboradores y eso que hasta nueve altos cargos y técnicos de la Confederación recibieron esa tarde todas las comunicaciones vía mail de la evolución del barranco del Poyo y nadie alertó de las consecuencias desastrosas que suponía el nivel de crecida del caudal", ha aseverado Mazón.

"La Confederación tenía obligación de informar al Centro de Emergencias de los incrementos relevantes de caudales" y del riesgo de desbordamiento, ha insistido el dirigente 'popular', que ha remachado: "Lo mínimo es confiar en que una información tan relevante como ha resultado ser la transmitida por email a las 18:43 viniera acompañada al menos de alguna alerta inmediata".

Unas acusaciones que ha lanzado a pesar de que en los últimos días ha trascendido que la CHJ envió casi 200 correosa lo largo del día alertando del peligro, dos de ellos en el periodo en el que la Generalitat alega no haber recibido aviso alguno, en los que se daba la alarma por la lluvia acumulada en Chiva, en la cabecera de la rambla del Poyo. Los datos del caudal, además, son públicos.

Fuego también contra la AEMET

Mazón también ha tenido palabras para descargar responsabilidad en la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "No es lo mismo un episodio de lluvias torrenciales, que era para lo que estaba todo previsto desde días antes, que la monstruosa barrancada provocada por un fenómeno atmosférico que superó las peores previsiones de la AEMET", ha argumentado. "Lluvias torrenciales, barrancada", ha recalcado.

"No se puede olvidar que la alerta roja se lanzó ante la previsión de lluvias torrenciales, como por otra parte ha ocurrido en otras 36 ocasiones en los últimos 10 años, sin que ninguna de ellas derivaran en brutales riadas como la que se abatió en el curso alto del barranco del Poyo y provocó la destrucción. Es más, muchas de esas alertas ni siquiera produjeron inundaciones de consideración", ha incidido Mazón.

Omite su comida en plena reunión de emergencia

Además, al trazar su cronología del fatídico 29 de octubre, Mazón, no por casualidad, ha omitido la larga comida que mantuvo ese mismo día con una periodista a la que ofreció dirigir la televisión autonómica valenciana mientras el CECOPI estaba reunido y la DANA ya causaba estragos. Una reunión a la que él se presentó más de dos horas después de que comenzara. La alerta masiva a los teléfonos móviles de la población no se enviaría hasta pasadas las 20:00, cuando ya era tarde y había pueblos inundados.

"Mantuve mi agenda plenamente consciente de cómo estaba la situación y sabiendo que la consejera de Justicia e interior junto con su equipo ya se había desplazado a algunas de las zonas afectadas por la crecida del Magro y que se estaba en contacto con delegación de gobierno", ha justificado sin embargo Mazón, que ha esgrimido que "los recursos estaban en prealerta, los avisos se habían enviado y la gestión de la posible emergencia se estaba desarrollando como en otras ocasiones anteriores".

Según su relato, se desplazó al CECOPI cuando le advirtieron de la situación en la prensa de Forata. "No fue fácil el viaje, el mal tiempo como es normal produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto hasta que llegué a l'Eliana", ha llegado a argumentar el president, que ha querido desmentir las informaciones que apuntan que, una vez allí, fue necesario trasladarle todo lo abordado hasta ese momento: "No fue necesario que nadie me pusiera al día ni yo retrasé ni por un segundo las tareas", ha defendido.

Una intervención en la que la asunción de responsabilidades ha brillado por su ausencia y que incluso ha hecho que algunos diputados se llevaran las manos a la cabeza mientras escuchaban al president de la Generalitat. Los únicos aplausos que ha recibido han sido los de su propio grupo.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón

Mazón omite la comida con una periodista en su relato: "Mantuve mi agenda consciente de la situación"

El president asegura que no cambió su agenda porque el CECOPI ya estaba trabajando con la consellera Pradas al frente. "No fue necesario que nadie me pusiera al día", ha asegurado.