Cada vez más acorralado por su negligente gestión de la DANA, Carlos Mazón se aferra a la Presidencia de la Generalitat. A la espera de que el president valenciano dé explicaciones este viernes en Les Corts -estaba previsto que lo hiciera ya este jueves, pero la comparecencia pospuso por el nuevo temporal-, desde su entorno aseguran que no va a dimitir, ni ahora ni "en diferido".
El dirigente 'popular', en cambio, promocionará la figura de la actual vicepresidenta, Susana Camarero, que es quien está compareciendo estos días y emerge así como figura clave en la reconstrucción tras la catástrofe. Así, Mazón la reforzará, mientras sigue en entredicho el papel de la consellera de Interior y Justicia, Salomé Pradas, y el de Nurias Montes, titular de Turismo.
Sin embargo, no hay confirmación de que ninguna de las dos vayan a ser cesadas, mientras algunas fuentes apuntan a la posibilidad de que Mazón las degrade en el organigrama sin llegar a expulsarlas del Ejecutivo autonómico.
Pradas y Montes, dos conselleras en la diana
Ambas conselleras están en el punto de mira por su papel en los últimos días: los titubeos de Pradas, al frente de la reunión del CECOPI el 29 de octubre, habrían retrasado el envío de la alerta a la ciudadanía en ausencia de Mazón, que llegó más de dos horas tarde porque, según se ha sabido posteriormente, estaba comiendo con una periodista para ofrecerle la dirección de 'À Punt'.
Pradas, además, se ha enredado en un cúmulo de excusas y contradicciones para tratar de justificar su actuación el día de la tragedia: afirmó que se enteró esa misma tarde de la existencia del sistema ES-Alert para avisar a la población y después se desdijo, asegurando que el protocolo era provisional y no estaba reglado aún, cuando lleva tiempo funcionando en la Comunitat Valenciana.
También trascendió que la delegada del Gobierno le ofreció medios para hacer frente a la emergencia reiteradamente ese día y Pradas no le hizo ninguna petición hasta en tres llamadas. Además, negó que la delegada le hubiera ofrecido el despliegue de la UME "en un punto concreto", pero un audio captado por 'TVE' la misma mañana del desastre recogía cómo hablaba con su equipo de ese ofrecimiento.
En el caso de Montes, está en el punto de mira por su falta de empatía hacia las víctimas. "No se va a permitir el acceso de los familiares donde tenemos custodiados a los fallecidos", afirmaba poco después de la tragedia. "Tienen que esperar de manera obligatoria la llamada del juzgado y la entrega de la documentación. Las familias, donde mejor pueden esperar noticias, es en sus domicilios", añadía.
Unas palabras carentes de tacto por las que tuvo que disculparse. Posteriormente, sin embargo, volvió a estar en el foco de las críticas tras trascender que tardó una semana en contactar con una funcionaria de su departamento que perdió a su marido y su hija en la riada para darle el pésame, según denunció la propia trabajadora.
Feijóo y Mazón han hablado de su comparecencia
Aunque en el PP admitían en privado ya hace unos días que Mazón es un "activo tóxico", desde el partido también apuntaban que no es el momento que te caiga y de que no podía hacerlo solo. Así, el líder de los 'populares', Alberto Núñez Feijóo, se ha centrado en cargar contra el Gobierno y particularmente contra Teresa Ribera para desviar el foco.
El miércoles, no obstante, Feijóo aseguró que después de la comparecencia de Mazón "habrá mucha gente que se sienta, al menos parcialmente, reconfortada con la clase política". El dirigente 'popular' elevó así las expectativas sobre esa comparecencia, pero algunas fuentes apuntan que Mazón podría 'oír', pero no escucharle del todo.
Según ha podido saber laSexta, ambos han hablado en las últimas horas de esa comparecencia prevista para el viernes por parte del president de la Generalitat. Fuentes del PP afirman que si se produce en los términos en los que han hablado, Feijóo se dará por satisfecho.
En cualquier caso, hay muchos miembros del PP que piensan que no va a ser suficiente y que tarde o temprano Mazón tendrá que dimitir. Aunque no va a ser ya este viernes, creen que antes o después tendrá que haber un proceso de sucesión. De momento, en Génova están convencidos de que no es el momento de una dimisión, en plena reconstrucción.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha apuntado este mismo jueves que en su última conversación con Mazón, este no le trasladó ningún interés por dimitir. El líder autonómico se expresaba así: "Cuando un cirujano está operando con el paciente abierto no puede renunciar a esa actividad aunque la operación haya empezado mal".
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