Una aplicación de mensajería segura, una petición de hasta 360.000 euros y una propuesta para hacer lobby en el Parlamento Europeo. Son solo algunas de las cuestiones que Álvaro Romillo, conocido en redes sociales como 'CryptoSpain', relata en la denuncia que el pasado jueves presentó ante la Fiscalía General del Estado contra el líder de Se Acabó la Fiesta y ahora eurodiputado, Alvise Pérez. laSexta ha accedido a ella, al tiempo que ha podido confirmar que será la Fiscalía del Supremo quien investigue esta cuestión.

Es seis de abril de 2024. Faltan tres meses para las elecciones europeas. El agitador ultraderechista acude a un evento en el Hipódromo de la Zarzuela organizado por lo que parece un club de inversión. Junto a él, su dueño, Álvaro Romillo. Allí, Alvise interviene en el acto como si fuera un mitin de campaña. Es, entonces, cuando comienza una relación entre ambos. Así lo detalla Romillo en el escrito que ha presentado ante la Fiscalía General del Estado, donde también relata cómo acabó pagándole 100.000 euros en metálico al ahora eurodiputado.

Tres días después del evento mencionado, Romillo recibe un mensaje de Alvise en el que le traslada que lo primero que necesita son "fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas". Un dinero que serviría para pagar mítines y publicidad del partido pero que la ley de financiación de partidos políticos no se lo permite.

Esta norma establece que una misma persona no puede aportar más de 50.000 euros anuales a un partido, además de que todas las donaciones superiores a 25.000 euros deben notificarse al Tribunal de Cuentas. Criterios que chocan con las necesidades que Alvise decía tener: "Hemos calculado que necesitamos entre 300.000 y 360.000", aseguraba a Romillo. Cantidades que se dedicarían para la campaña, pero también para hacer frente a multas que tiene pendientes. Alvise quería esconder su dinero. De hecho, solicita a Romillo contactar a través de una aplicación de mensajería segura, como Signal, Thremaa o Sesion.

Llega el 25 de mayo. Faltaban 15 días para las europeas. El líder de Se Acabó la Fiesta pide a Romillo la creación de una cartera de criptomonedas -conocidas como billeteras o 'wallet'- donde sus seguidores pudieran enviarle donativos. Inmediatamente, "las ardillas" recibieron toda la información necesaria para llevar a cabo los pagos.

Las donaciones llegaban, pero cuando 'CryptoSpain' le informa de la cantidad recaudada -"poco más de 7.000 euros"- a Alvise le parece insuficiente: "¡Qué bueno! Pero va demasiado lento. El tiempo me come para los pagos de la campaña", admitía ante Romillo. Solo un día después, un nuevo mensaje con una cantidad y una ubicación: "He estado repasando y si te parece bien mañana puedes pasar por el Sentinel a por 100K", le escribe Romillo a Alvise. Ahora sí, más convencido, le responde: "100%".

Es así entonces cómo se fragua esta entrega que tiene lugar el día 27 de mayo cuando Alvise se dirige a estas oficinas que prometen total confidencialidad y se lleva los 100.000 euros en su propio bolsillo. Una ayuda que, no obstante, afianza la relación entre Romillo y Alvise. De hecho, el 24 de junio acuerdan verse en Ibiza para, junto con dos 'influencers', dar visibilidad a los negocios.

Pero, este encuentro perseguía, además, otro fin. Se trata de conectar a 'CryptoSpain' con "lobbies" en Europa cuando se convirtiera en diputado del Parlamento Europeo. Alvise, incluso, le cuenta que la necesidad de estos fondos corresponden al objetivo de "hacer crecer el partido, prepararse para al objetivo de lograr cinco escaños en 2026 para optar a ser llave del gobierno, y, de este modo, influir en la legislación en materia de libertad financiera y civil", reza la denuncia a la que ha tenido acceso laSexta.