Después de conocer la decisión del Tribunal Constitucional de admitir las medidas cautelarísimas solicitadas por el Partido Popular sobre la reforma del Gobierno para desbloquear la renovación del propio órgano de garantías, la Mesa del Congreso de los Diputados ha acordado personarse en el procedimiento en representación y defensa de la Cámara Baja, anunciando la presentación de alegaciones en los próximos días.
La Mesa, en la que el PSOE y Unidas Podemos tienen mayoría, han sacado adelante esta decisión pese al rechazo de PP y Vox.
El Congreso, igual que ha hecho poco antes la Mesa del Senado, ha tomado esta iniciativa como no podía ser de otra manera, ha señalado el secretario primero de la Mesa de la Cámara baja, Gerardo Pisarello: "Obviamente se ha decidido que el Congreso tiene que comparecer ante el Tribunal Constitucional".
Debe presentar alegaciones, ha explicado, "defender la autonomía parlamentaria" y denunciar la vulneración de derechos de la mayoría de diputados que defendían que esta reforma saliera adelante.
Además, no entienden que tanto los representantes del PP como de Vox hayan cuestionado la necesidad de acudir al Constitucional. En este sentido, el vicepresidente cuarto de la Mesa, Ignacio Gil Lázaro (Vox), ha dicho en la reunión que la decisión de comparecer ante el Constitucional la debe adoptar la Mesa por unanimidad.