Insultos, silbidos e incluso gritos de "asesino". Así ha sido recibido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a su llegada este miércoles por la noche a un acto electoral en A Pobra de Trives, en Ourense, en vísperas de las elecciones gallegas del próximo domingo. A su llegada al mitin, varias personas le han gritado e increpado, sin que se conozca por el momento su identidad o motivos.
La escena, en todo caso, se produce días después de la muerte de dos guardia civiles embestidos por una narcolancha el pasado viernes en Barbate, Cádiz. Unos hechos que se saldaban con ocho detenidos, seis de ellos en prisión provisional acusados de asesinato , y por los que Marlaska por ahora no se plantea dimitir, a pesar de las críticas de la oposición y de asociaciones de guardias civiles.
De hecho, la viuda de uno de los agentes asesinados impidió al ministro ponerle la medalla al mérito durante su funeral esta misma semana en Pamplona, según contó la tía de la víctima.
Por su parte, el Partido Popular ha registrado sendas peticiones de reprobación a Marlaska en el Congreso y el Senado por lo que el partido considera una "incompetente gestión" en la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho. Precisamente, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a pedir la dimisión de Marlaska durante un mitin este miércoles en la misma localidad ourensana en la que se encontraba el titular de Interior, según recoge la agencia Efe.
El lunes, no obstante, el ministro aseguró que no se planteaba dimitir y quiso dejar claro a los narcotraficantes que sus crímenes "no van a quedar impunes". "El narco lo sabe y lo sabe desde hace 5 años y medio. Se le está acorralando en el campo de Gibraltar", defendió. Preguntado de nuevo este miércoles a su llegada al mitin sobre si piensa dimitir, Marlaska no ha respondido, y tampoco ha abordado el tema de Barbate durante su intervención.