El conseller de Interior, Miquel Buch, ha admitido un "error de comunicación" sobre el uso del gas pimienta, y prevé reunirse en los próximos días con entidades de defensa de los derechos y con los diputados del Parlament, con la voluntad de que haya una mesa de diálogo "permanente".
En declaraciones a 'TV3', y tras las críticas de diferente índole que ha recibido el que se use gas pimienta como una amenaza, Buch ha reconocido que ha habido un "error comunicativo", ya que el objetivo era explicar las "herramientas" del cuerpo de los Mossos d'Esquadra para "poder separar manifestantes de signo contrario" y, sobre todo, para "aislar" a grupos violentos. "El objetivo prioritario es evitar el uso de la fuerza, como ultimo recurso", ha explicado el conseller.
El conseller de Interior ha recordado que el uso del gas pimienta se aprobó hace seis años en el Parlament, que reguló además su utilización para casos excepcionales.
En este sentido, ha subrayado que el objetivo de los Mossos es "garantizar la libertad de expresión y de manifestación" y, que en el caso de que haya grupos violentos, que son una "minoría y sucede muy pocas veces", los agentes puedan aislar a estos violentos "con las herramientas que tienen".