El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, considera que la próxima mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat debería explorar como salida a la crisis de Cataluña una reforma combinada del Estatuto de Autonomía y la Constitución.
Iceta plantea esa vía en una entrevista que publica el 'diario Ara', a pocos días de que el próximo miércoles se celebre en Madrid la primera reunión de la mesa de negociación, para la que el dirigente socialista descarta la figura de un mediador.
Argumenta Iceta que la reforma del Estatuto y la Constitución "sería una fórmula" que debería estudiar la mesa para evitar que nuevamente el Tribunal Constitucional rechace el nuevo texto estatutario.
Iceta precisa, sin embargo, que para su desarrollo es necesario contar con una mayoría de dos tercios en el Parlament y que, además, ahora "hay una derecha radicalmente opuesta a cualquier reforma y a cualquier medida que, de alguna manera, conduzca al conflicto o lo reconduzca". Con ese contexto parlamentario, indica que esa vía "este año no es posible", pero que se puede avanzar "en otros terrenos".
El dirigente socialista señala que "no" espera "gran cosa" de la reunión de la mesa el próximo miércoles y llama al realismo: "Tampoco me gusta que entre todos levantemos una expectativa que después nos llevase a la frustración".
La primera reunión, continúa, ha de servir "para que las dos partes expliquen sus planteamientos y acuerden una metodología de trabajo". "Si se produce solo eso, yo ya estaría muy contento", agrega.
En esta línea, Iceta subraya que desde 2012 hasta 2020 "no ha habido una interlocución o un diálogo real entre gobiernos", por lo que la creación de la mesa "es una oportunidad" y "sería irresponsable desaprovecharla".
El dirigente socialista rechaza la figura de un mediador, aunque puntualiza que "una mesa de negociación no funciona por sí sola o no funciona sólo cuando se encuentra, sino que debe de tener un mecanismo para poder repartir trabajo, encargar papeles y encargar a gente que haga un esfuerzo de aproximación".
"No es un momento de mediadores, ni de relatores ni de notarios. Es un momento de creación de confianza y, por tanto, seguramente cuánto más directa y menos intermediada, mejor. Y también es un momento de explicación de la opinión pública", manifiesta.