A falta de 24 horas para que el juez Juan Carlos Peinado tome declaración a Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa, en el entorno del presidente dan por hecho que no se va a poder evitar ni su declaración ni la grabación de imágenes de la misma. Una comparecencia judicial a la que Sánchez llega en calidad de testigo, pero ante la que Moncloa no descarta ningún escenario, incluida la posibilidad de que el magistrado solicite su imputación al Tribunal Supremo.

Así lo trasladan fuentes del Ejecutivo a laSexta antes de la previsible declaración de Sánchez, que el magistrado ha fijado para este martes 30 de julio, y que de momento se mantiene pese a los recursos de la Fiscalíay la defensa, así como del escrito que el propio presidente envió al magistrado solicitando declarar por escrito, que fue rechazada el pasado viernes.

En este contexto, en Presidencia ya dan por hecho que no se va a poder evitar la declaración ni que esta se grabe en vídeo, tal y como pretende el juez, que prevé que este mismo lunes acudan a Moncloa los agentes de la Policía y técnicos de los servicios informáticos de la Comunidad de Madrid encargados de instalar los dispositivos a tal efecto.

En Moncloa evitan dar por ahora ningún de talle del lugar donde van a ubicarse los dispositivos de grabación. Por su parte, el juez Peinado irá a Moncloa con la Fiscalía, las defensas y Vox como acusación popular para la declaración de Sánchez.

Sobre lo que va a hacer Sánchez, las fuentes no revelan su estrategia procesal, pero, ante lo que consideran una instrucción "disparatada", creen que puede pasar "cualquier cosa" y no descartan incluso que Peinado solicite su imputación al Supremo -ante el que Sánchez está aforado como presidente del Gobierno-, con todo lo que ello puede suponer.