Tira y afloja en Moncloa

Montero y Díaz, entre besos y abrazos para rebajar la tensión por la tributación del SMI: "Aunque no pensemos igual, nos queremos"

El contexto El Ministerio de Hacienda y el de Trabajo viven un enfrentamiento en torno al pago del IRPF de los perceptores del nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para este 2025. Mientras que el ala socialista dice sí, Sumar se niega.

María Jesús Montero y Yolanda Díaz, abrazadas a la salida de un actoMaría Jesús Montero y Yolanda Díaz, abrazadas a la salida de un actoAgencia EFE

La grieta en el Gobierno central provocada por el choque de Hacienda y Trabajo por la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es una realidad, aunque las protagonistas traten de disimularla con besos y abrazos. Sí, besos y abrazos en el seno de la coalición, que han protagonizado durante la tarde de este lunes las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz.

Llegaban separadas al acto, pero la magia del photocall ha llevado a que ambas mostraran su afecto mutuo. De hecho, Díaz, preguntada por la sorpresiva escena, no ha dudado en subrayar que a pesar de las discrepancias políticas hay un cariño: "Aunque no pensemos igual nos queremos", ha dicho en respuesta a laSexta.

Pero, lo que unió el Consejo de Ministros es posible que lo separe el SMI, porque sus respectivas carteras siguen 'erre que erre'. Mientras que desde Hacienda sostienen que "el 80% de los perceptores no van a tener que tributar", así como en enfatizar el 60% de subida desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, desde Trabajo insisten en que no debería pagar IRPF.

De hecho, este mismo lunes Díaz haciendo esa "pedagogía fiscal" que le pedía su compañera de Ejecutivo, ha criticado que "lo que no es de izquierdas es bajar los impuestos a las energéticas (...). Lo que no es de izquierdas es permitirle a los rentistas en nuestro país que se olviden del 100% del IRPF, eso sí que no es de izquierdas. Y lo que no es de izquierdas, es que tengamos un Impuesto de Sociedades que es más o menos semejante al europeo, pero que tiene dos grandísimos agujeros que nos hacen singularmente diferentes, que son las deducciones y bonificaciones fiscales".

Unas críticas que no eximen de que ambas continúen, sea como sea, quitando hierro al asunto. Incluso, Montero ha destacado este mismo lunes que "en el Gobierno puede haber discrepancias, pero la receta siempre es diálogo, diálogo y diálogo". Al menos, con esa línea de actuación focalizada en la negociación sí coincide Díaz.