El vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero se han visto obligados a dejar la casa donde estaban pasando unos días de vacaciones en Lena, en Asturias.
Fuentes del entorno más cercano de la familia han asegurado a laSexta que la decisión ha sido tomada para salvaguardar la propia seguridad de sus hijos.
La pareja se trasladó el pasado viernes a Asturias con la intención de pasar una semana de descanso, pero todo se ha truncado a raíz de una crónica de un medio local en el que se localizaba la ubicación donde se encontraban Iglesias y Montero con sus tres hijos menores.
A partir de ese momento, los políticos no han dejado de recibir amenazas e insultos en las redes sociales en las que se comparte la propia localización. Este acoso ha llegado a concretarse en pintadas amenazantes, insultos y presencia de personas de extrema derecha en los alrededores de la vivienda.
Alberto Garzón, ministro de Consumo, ha querido denunciar estas actitudes a través de sus redes sociales, en solidaridad con sus compañeros de Gobierno.
"El acoso de la extrema derecha a Pablo Iglesias, Irene Montero y a sus tres hijos es inadmisible en una democracia. Dice mucho y nada bueno de la derecha extrema española y su política del odio. Mi solidaridad plena con la familia", ha manifestado en su cuenta de Twitter.
Ante la imposibilidad de dar siquiera un paseo con sus hijos, Montero e Iglesias han decidido poner fin a sus vacaciones.