La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, intentará este lunes sacar de nuevo adelante su reforma fiscal en la Comisión de Hacienda, en la que ya es la tercera vez que se convoca. De momento, las negociaciones con los socios no se han interrumpido y siguen adelante, tras un fin de semana en el que no han dado frutos, según ha podido saber laSexta.

El texto que se vota este lunes en la Comisión de Hacienda, en todo caso, tendría que ratificarse en pleno el jueves. En este sentido, fuentes de Junts inciden en que lo de este lunes "es un trámite" y que el verdadero "examen" será el jueves.

La pasada semana, el Congreso de los Diputados desconvocó hasta en dos ocasiones la Comisión de Hacienda, tanto el lunes como el jueves, en la que se iba a debatir y votar el proyecto de ley que fija un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales y grandes grupos nacionales y en el que el PSOE ha incluido enmiendas para eliminar el impuesto a las energéticas y modificar el de la banca. En el último momento se desconvocó la Comisión prevista para el jueves, que quedó aplazada para este lunes a las 17:00 horas.

El PSOE pactó a finales de octubretumbar el impuesto especial a las energéticas, que es temporal y expira a finales de año, y extender el de la banca.

El Ejecutivo acordó con el PNV que las haciendas forales vascas pudieran gestionar el primer tributo durante tres años. Junts, por su parte, advirtió de que no apoyaría la permanencia del impuesto a las energéticas si perjudicaba una inversión de 1.100 millones de euros en Tarragona. Los nacionalistas vascos indicaron entonces que este gravamen decía "por factores ajenos" a su formación, ya que ellos estaban dispuestos a aceptar su continuidad si se transformaba en un impuesto concertado en Euskadi y Navarra.

EH Bildu, Esquerra Republicana, Podemos y el socio minoritario del Ejecutivo, Sumar, en cambio, eran proclives a convertir en permanente el impuesto tal y como está concebido ahora. La formación de Yolanda Díaz, sin embargo, pactó con el PSOE un paquete fiscal para 2025 que incluye mantener el impuesto a la banca e introducir un IVA del 21% para los apartamentos turísticos, un acuerdo que suponía renunciar al impuesto energético.

Retirar las enmiendas, una posibilidad que apoyaría el PP

El camino usado por Montero para alcanzar la reforma fiscal ha sido aprovechar el trámite de la ley para que las grandes empresas y multinacionales tributen en España a un tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades. ERC, Bildu y Podemos se niegan a que no se prorrogue el impuesto a las energéticas. Así, una de las posibilidades sería retirar las enmiendas y mantener exclusivamente el proyecto de ley que fija un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales. El PP votaría a favor del dictamen, ya que solo apoyará las normas que vengan impuestas por el marco comunitario, como es el caso de la transposición de la directiva sobre el mínimo complementario de sociedades pactado en Bruselas.

ERC también ha avisado de que votará a favor del nivel de tributación mínima del 15% sobre beneficios para multinacionales si el PSOE retira las enmiendas de su reforma fiscal. En caso de no retirarlas, ERC votará en contra del dictamen. La falta de acuerdo se manifiesta también con el PNV, que indicó que el posible voto a favor del PP del dictamen europeo sería un "caramelo envenenado" para los socios del Gobierno, quienes votarían junto a los 'populares' y, además, los de Alberto Núñez Feijóo "se darán la importancia de ser 'los salvadores' y de sacar las reformas del PSOE adelante".

El propio Feijóo aseveró el pasado viernes que "no están diseñando un paquete fiscal, sino que están preparando un hachazo fiscal" y denunció la "competición bochornosa" entre los socios del PSOE para poner "trabas" a los contribuyentes.