Juicio a Rubiales
Montse Tomé asegura que fue ella la que decidió no convocar a Jenni Hermoso tras el beso de Rubiales y que "no fue un castigo"
Entre líneas La mano derecha de Vilda y que después del escándalo se convirtió en entrenadora de la Selección femenina ha declarado que el equipo estaba "viviendo una situación, y ella en concreto, muy desagradable y que la presión mediática" le hizo "tomar la decisión" de no convocar a Jenni Hermoso.
Apenas 15 días después del escándalo del beso no consentido del presidente de la RFEF Luis Rubiales a Jenni Hermoso, Montse Tomé se conviertía en entrenadora de la Selección femenina de fútbol y en su primera convocatoria dejaba fuera a Jenni Hermoso.
"No fue un castigo", ha asegurado este lunes en el juicio que se celebra contra Luis Rubiales. Tomé ha insistido en que si no convocó a la jugadora tras ese incidente fue por "temas deportivos", auqnue luego ha terminado reconociendo que también lo hizo por "la presión" que había sobre la jugadora. Contradicciones ante las que la fiscal Marta Durántez le ha insistido.
Tomé ha sostenido en su declaración que, desde su punto de vista, Hermoso no estaba "deportivamente en las condiciones para ejercer" en los partidos posteriores al Mundial de Sidney, aunque había sido elegida como la segunda mejor jugadora del torneo.
Según la seleccionadora, en esa decisión no influyó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol ni tampoco el también acusado Jorge Vilda, el antecesor de Tomé en el cargo. "Ninguna, yo ya no tenía relación ahí (con ellos)", ha aclarado.
"La decisión de no convocar a Jennifer Hermoso son temas deportivos y yo soy la absoluta responsable de eso (...) En ese momento, Jenni no había tenido el entrenamiento suficiente con su equipo. Había participado o había tenido dos partidos donde la actuación de Jenni había sido de 3 y 7 minutos", ha incidido Tomé, que también se ha referido a otras cuestiones que le llevaron a no llamarla a la convocatoria.
Según la seleccionadora, el equipo estaba "viviendo una situación, y ella en concreto, muy desagradable y la presión mediática" le hizo "tomar la decisión como seleccionadora" de no convocarla. "Había otras jugadoras en mejores condiciones para defender a la Selección", ha insistido.
Tomé asegura que ni vió el beso ni supo de su alcance hasta tiempo después
En ese punto, la fiscal Marta Durántez la ha instado a aclarar si las razones fueron deportivas o anímicas. "Hombre, es que influye todo en el rendimiento deportivo", ha contestado Tomé.
La seleccionadora también ha revelado cómo vivió los momentos posteriores al beso que Rubiales propinó a Hermoso en la recogida de medallas. "Yo no sabía el alcance de la situación, no lo viví en primera persona ni estuve en una conversación sobre este tema. Como he comentado, el beso no lo presencié y bueno, no hablo con Jenni", ha señalado.
Tomé, que fue la 'número dos' de Vilda durante el Mundial, ha aclarado que ella llegó a la Federación en 2018. Tras ser preguntada sobre quién era el presidente en ese momento, ha dudado: "Pues en ese momento no se si había. Yo entro en la Federación de la mano de Jorge Vilda".
Tomé también estuvo en la Asamblea Extraordinaria en la que supuestamente podría dimitir Rubiales. Ha detallado que fue a petición de Jorge Vilda, aunque ha asegurado que en ningún momento le explicó por qué era necesaria su presencia. "Todavía no lo sé porque nunca había ido antes", ha afirmado. Eso le llevó a verse involucrada en una situación que según su versión le resultó desagradable.
El juez califica las declaraciones de "insulsas"
La sesión de este lunes también ha tenido algunos momentos de desencuentro entre las partes y el juez José Manuel Fernández Prieto. Uno de ellos ha ocurrido durante el interrogatorio de Tomé. "No estamos enjuiciando a la testigo. Esto pasó después del Mundial. Convocó o lo dejó de convocar, no está sentada como acusada, está como testigo", ha recordado el juez, que ha llegado a calificar las declaraciones de hoy como "insulsas".
Otro de esos intercambios ha ocurrido con la acusación que ejerce la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) cuando su abogada ha interrogado a Tomé. "Está insistente con el acoso. ¿Le pegamos para que diga lo que usted quiere?", le ha espetado el magistrado.
En esta sesión del juicio también ha depuesto como testigo el conseller de Deportes de las Islas Baleares, Salvador Losa, a propuesta de la defensa de Rubén Rivera, quien fuera director de Marketing de la RFEF. A preguntas de la defensa, ha explicado que el contactó con Rivera, al que felicitó por el éxito, y le ofreció la posibilidad de que Ibiza fuese el destino elegido por las jugadoras "para poder disfrutar de ese torneo".
Todas las celebraciones, ha destacado, estaban programadas "independientemente" del beso de Rubiales y de todo lo que aconteció posteriormente.
La primera vez que vio a las jugadoras, ha detallado, fue en una "comida rápida, un tentempié" que estas degustaron a su llegada a la isla, donde llegaron "cansadas". "Durante la comida yo estaba de pie en una barra gestionando lo que era el evento que íbamos a celebrar en unas horas", ha apuntado, afirmando que en ese momento estaba acompañado por Rivera.
Sin embargo, el testigo ha sostenido que no vio en ningún momento a Rivera acercarse a Hermoso. Él, sin embargo, si que se habría aproximado a las campeonas del mundo para felicitarlas.
"Venían con ropa de calle, con gafas de sol, venían con acompañantes. Yo, por tanto, no identifico muy bien quién es cada jugadora. Entonces, felicito a las jugadoras, pero realmente no las tenía conocidas. Por tanto, fue un saludo genérico", ha aclarado.
Las presuntas presiones en Ibiza
Cabe recordar que tanto Rivera, como Vilda y también el que fuera director de la Selección masculina Albert Luque se enfrentan a un año y seis meses de cárcel por un delito de coacciones. Rubiales, por su parte, afronta dos años y seis meses por el mismo delito, al que ha de añadirse el de agresión sexual.
Por último, ha sido preguntado si vio a las jugadoras disfrutar de su permanencia en la isla. "El objetivo era ese, que todas las jugadoras disfrutaran de su estancia en Ibiza", ha apostillado.
La última en declarar en la breve sesión de este lunes ha sido Alejandra Hernández, la mujer de Rivera, que ha explicado que estuvo presente en el viaje a la isla de las jugadoras. "Estuvimos incluso antes porque estábamos de vacaciones familiares ahí", ha apuntado, añadiendo que el matrimonio tiene una casa en Ibiza.
La testigo ha aseverado que Rivera, su marido, le pidió "que ayudara en lo que se pudiera hacer para que las jugadoras pudieran descansar". "Atendí algunas peticiones, me pidieron productos de higiene íntima, los bañadores. Se les pidió a los invitados que respetaran su descanso, recogí material que querían que se firmara y se les entregó en otro momento", ha revelado.
En este sentido, ha afirmado que su marido estuvo "ocupado todo el rato" hasta el punto de solicitarle su ayuda. Por último, Hernández ha asegurado que no vio en ningún momento a Rivera acercarse a Hermoso.
La vista oral se reanudará este martes a las 10.00 horas con la declaración de varios peritos y con la de los acusados.