Varias decenas de agentes y vehículos de los Mossos se han personado en la plaza, donde se sitúan las sedes de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, y han empezado a quitar las tiendas y carpas instalados en ella alegando "motivos de seguridad".
Una portavoz de los Mossos ha dicho que esta acción no puede considerarse "un desalojo" de los acampados y que lo que se está haciendo es retirar tiendas u otros objetos fijos que puedan ocultar objetos peligrosos, dado que se está en un nivel 4 de alerta antiterrorista.
El teniente de alcaldía de Derechos de la Ciudadanía de Barcelona, Jaume Asens, reconoció que al Ayuntamiento le preocupa que la acampada independentista en la plaza Sant Jaume "se haga con tiempos indefinidos". Una vez finalizadas las fiestas de la Mercè, durante las cuales los acampados redujeron la protesta a tres carpas informativas y se apartaron a un lado de la plaza, los acampados volvieron a situar sus tiendas en medio de Sant Jaume e incluso aumentaron la superficie ocupada.