Se trata del primer cortafuegos sanitario en la lucha contra la pandemia de coronavirus y, en plenas fiestas navideñas, ya se encuentra saturada. La atención primaria de los centros de salud está desbordada por todos los contagios que se han producido antes de las festividades y las previsiones indican que el pico de los contagios todavía no ha llegado.
Menos aún después de todos los encuentros navideños. Si la sexta ola comenzó a despuntar en España a partir del Black Friday y se aceleró a partir del puente de diciembre, las cenas y comidas típicas de estas fiestas apuntan a que lo peor aún no ha llegado. Porque todavía estamos en el primer compás: Nochebuena y Navidad son solo las primeras fechas de un calendario marcado en rojo durante quince días. La siguiente cita marcada es la Nochevieja.
Si bien las comunidades que notifican contagios en fin de semana hoy han apuntado un descenso de los casos, esto puede deberse no a que se haya relajado la incidencia, sino al efecto festivo: ni los laboratorios ni los centros sanitarios ordenan la misma cantidad de pruebas que en un día de diario.
Así, si ayer Cataluña informó de más de 17.000 nuevos positivos, el número de infectados detectados en las últimas 24 horas es prácticamente la mitad: 8.502.
La situación es prácticamente la misma en la otra punta de España. Galicia, que ayer reportó un récord de contagios en los 21 meses de pandemia del SARS-CoV-2 con 3.100 nuevos casos, este domingo ha notificado 2.770 nuevos detectados en el último día.
También Madrid ha comunicado un descenso importante en sus datos COVID: si el viernes detectó 20.371 contagios, este domingo -ayer no hubo datos por ser festivo- apenas ha trasladado 5.626 nuevos casos.
Cantabria, por su parte, ha detectado 455 casos frente a los 600 que localizó ayer. Y Navarra, que ayer informó de 2.036 casos, hoy ha sumado 1.196. Murcia ha registrado 930 positivos. Baleares ha diagnosticado 1.036 y La Rioja, un total de 4.274
No todas las comunidades autónomas actualizan sus datos de COVID-19 en el fin de semana y, desde el verano del año pasado, los fines de semana no se renuevan los datos que recoge el Ministerio de Sanidad.
Desde el jueves, último día con datos oficiales, la incidencia acumulada está estancada en 911 casos por cada 100.000 habitantes. En comunidades como Navarra o La Rioja las cifras casi duplican la media nacional, con 1.750 y 1.606, respectivamente. Todas las regiones se encuentran por encima de los 400 casos de incidencia acumulada. Con todo, la presión hospitalaria sigue estable y por debajo de los datos de hace un año, cuando la incidencia era mucho menor. Las vacunas han permitido disminuir la virulencia y, sobre todo, la mortalidad de la enfermedad.
A la espera de conocer mañana los contagios detectados desde el jueves en estos días festivos, el Gobierno ha confiado en la vacunación con dosis de refuerzo y en el uso de mascarillas al aire librepara controlar la sexta ola. Si bien algunos presidentes regionales están aplicando otra clase de restricciones -por ejemplo, Cataluña ha recuperado el toque de queda o la limitación de aforos y de reuniones-, otras comunidades creen que el alza de los contagios se estancará antes de que terminen las fiestas. Así se ha manifestado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista en El País en la que insiste en no imponer medidas para el control de la pandemia y que este crecimiento "explosivo" de contagios que está provocando la variante ómicron empiece a frenarse antes de que acabe la Navidad.
Pero hasta que termine las fiestas quedan, la semana que entra, los cotillones de Fin de Año y, la siguiente, las cabalgatas de Reyes.