Lo que sucederán en toda España estas navidades sigue siendo un misterio muy peligroso, pues el país llega a las fiestas de finales de año siendo uno de los territorios del mundo más afectados por la pandemia de coronavirus, que ya ha dejado más de 1,6 millones de personas contagiadas y cerca de 45.000 fallecidos.

Los profesionales sanitarios ya han advertido: "Hay que salvar vidas, no la Navidad". Por ello, una de las primeras recomendaciones que han hecho las autoridades, a expensas de conocer con mayor detalle las restricciones que se llevarán a cabo de cara a las últimas semanas de diciembre, es que, en la medida de lo posible, las reuniones familiares se lleven a cabo en espacios al aire libre, pues hay una menor exposición a la COVID-19.

En su defecto, aunque es menos aconsejable, ventilar frecuentemente todas aquellas zonas cerradas en las que se lleven a cabo reuniones. De hecho, sobre esta cuestión ya se ha planteado que el número de personas juntas oscile entre las seis y las diez, nunca por encima, y que como mucho se generen dos grupos de convivientes en esos encuentros.

Y, por supuesto, si uno decide pasar las fiestas con familiares y amigos que no sean convivientes, es obligatorio recordar la necesidad de seguir a rajatabla las normas y consejos sanitarios para evitar una mayor exposición al contagio entre los reunidos. El primero de todos, claro, es no asistir a reuniones con otras personas si se sufren síntomas similares a los del coronavirus. Pero no es el único factor a tener en cuenta para reducir los riesgos.

Ya sea en espacios abiertos o cerrados, es necesario el uso de mascarilla, que sólo deberá quitarse para comer o beber. Acto seguido, habrá que colocársela de nuevo. Tampoco valen los famosos besos y abrazos de los que hacemos gala en España para saludarnos, despedirnos y, en este caso, celebrar la Navidad. Habrá que esperar un tiempo para ello. Mientras tanto, lo mejor es guardar en la medida posible una distancia social de al menos 1,5 metros por persona.

No hay que olvidar tampoco lavarse las manos con frecuencia y usar gel hidroalcohólico. En este sentido, los expertos sanitarios también advierten sobre el peligro que supone que todos toquen los mismos objetos, coman del mismo plato o beban de la misma botella o vaso. Incluso, que se usen los mismos cubiertos. Por lo que lo mejor es que cada uno use sus utensilios y que la comida y la bebida la sirva siempre el mismo comensal.

Otras acciones que también son recomendables: siempre será positivo que, si no queda más remedio que viajar en esas fechas, se intente llevar a cabo un confinamiento de unos diez días. Porque no, no debes fiarte de los test del todo, pues no son de confianza en personas asintomáticas. Esto podría llevar a sufrir un grave problema durante las comidas y cenas de Navidad.