La Guerra Civil española tuvo un fuerte impacto tanto a nivel político como social, y ahora, gracias a un estudio de la Universidad de Zaragoza, hemos descubierto cómo influyó también desde un punto de vista biológico: nos hizo más bajitos.
Según esta investigación, hay varias causas que explican este hecho, entre las que destacan el estrés crónico de la guerra y la desnutrición posterior asociada al propio conflicto. Y es que, ante una situación de estrés extremo como esta, nuestro cuerpo, con el objetivo de sobrevivir, prioriza funciones vitales sobre el crecimiento.
Los datos evidencian esto, ya que durante los peores años de la Guerra Civil, el porcentaje de reclutas que no alcanzaba la estatura mínima, de 1,55 metros, aumentó del 3,4% al 5,1, unas consecuencias que, según este estudio, no se han superado hasta dos décadas después. De esta forma, la ciencia confirma ahora lo que muchos de nuestros de abuelos y antepasados nos contaban acerca de la estatura de los españoles a raíz de la guerra.