La conocida como 'nueva normalidad' ya se ha activado en prácticamente todo el país con el fin de las restricciones en ocho comunidades y la relajación de medidas en el resto de territorios para combatir la pandemia de coronavirus. En este sentido, todas las regiones de Andalucía, menos siete distritos, eliminan restricciones, siendo Sevilla la única capital que las mantiene. Por su parte, Comunidad Valenciana, Madrid, Cataluña y Baleares han abierto las discotecas este fin de semana.
Precisamente, la apertura de discotecas no ha acabado con los botellones de grandes dimensiones que se han venido celebrando en España desde el fin del estado de alarma, aunque sí ha disminuido drásticamente la afluencia y, sobre todo, ha acabado con los disturbios y altercados. Ahora, los dispositivos policiales se centran en identificar grupos organizados mientras decenas de jóvenes siguen reuniéndose para beber en las calles alegando que así es más barato.
Un dispositivo especial con 874 agentes de la Policía Nacional que ha logrado que no se repitan nuevamente las concentraciones masivas. Tampoco los Mossos han registrado incidentes en Cataluña con la apertura total del ocio nocturno. En su segunda noche con bares y discotecas repletas, la única complicación la han tenido de barras para dentro: tanto para encontrar camareros como para hallar un hueco libre.
Porque sí, en el interior de los locales la 'nueva normalidad' se ha vivido de forma muy intensa. Bailar en mitad de la pista, tomarse una copas con los amigos y hacerlo sin tener que mirar el reloj ha sido motivo de celebración para muchos, si bien no ha sido fácil. La razón: encontrar sitio en cualquier bar o discoteca se llegó a convertir en una odisea, y es lógico después de tantos meses de ganas contenidas. Eso sí, no hay que olvidar que la mascarilla sigue siendo obligatoria.
Es la última barrera en una desescalada que supone todo un alivio para clientes y hosteleros. "Gracias a dios, tengo a todo mi personal, menos una o dos personas, fuera del ERTE, que era un gran problema para mí por su situación", ha señalado a laSexta Amparo Simón, propietaria de 'La Riviera'. La euforia de los clientes por acceder nuevamente a estos servicios -y de los hosteleros y trabajadores del sector por recuperar la actividad económica- se une, precisamente, a la desatada en toda España al coincidir el fin de restricciones con el inicio del puente de El Pilar.
En cifras: siete millones de desplazamientos por carreteras se prevén estos días, y ya en la mañana de este domingo se constataba las ganas de recuperar algo parecido a la vida prepandemia: colas a las salidas de las grandes ciudades y estaciones con gran trasiego de pasajeros para pasar cuatro días festivos que saben casi a nueva normalidad, prácticamente sin medidas antiCOVID, pero sin olvidarse de la mascarilla.
También, el no pensar en horarios o en toques de queda anima, y si encima hace sol y mucho calor, la alegría es doble, con temperaturas por encima de lo normal para la época. Así, lo importante estos días es hacer planes, retomar las viejas costumbres y recuperar los esperados reencuentros. Porque, sin duda, el mejor plan es volver a lo de antes.