El nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) echa a andar este jueves con más de cinco años y medio de retraso por el bloqueo político en su renovación y con la incógnita de quién se situará al frente de su presidencia y la del Tribunal Supremo. Los veinte vocales del nuevo órgano de gobierno de los jueces pactados por el PSOE y el PP, que esta semana han recibido el respaldo del Congreso y del Senado, han acudido al Palacio de La Zarzuela para prometer y jurar su cargo ante el rey Felipe VI.

Un acto al que también ha asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como su ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, el cual ha ofrecido una rueda de prensa tras la ceremonia. Allí más allá de felicitar a los nuevos vocales, Bolaños ha puesto de relieve que "la Justicia ha tenido un gran día" después de calificar de "anomalía" la no renovación. Unas palabras que ha suscrito Sánchez vía X.

Una vez constituido formalmente, durante la sesión han puesto encima de la mesa los nombres de sus candidatos para presidir el Consejo y el Tribunal Supremo, sin que cada vocal haya podido proponer más de un nombre.

Tradicionalmente el nombre del presidente ha formado parte del pacto entre los dos grandes partidos, pero en esta ocasión ambas formaciones han afirmado que, como establece la ley, dejan la elección en manos de los nuevos vocales, diez elegidos a propuesta del PSOE y otros diez a propuesta del PP.

Primer pleno de los nuevos 20 vocales

Pasadas las 12.40, un microbús ha aparcado frente a la sede del CGPJ, ubicada en la calle Marqués de la Ensenada, y del mismo se han bajado todos los vocales, que llegaban directamente de Zarzuela. Minutos antes, el presidente saliente del CGPJ, Vicente Guilarte, llegaba en coche oficial a la sede y se ha dirigido a la prensa tan solo para decir que él ya no era "nadie". "Yo no sé nada", ha añadido al ser preguntado sobre la composición del nuevo pleno.

Este nuevo CGPJ se constituye con la mirada puesta en la elección de su próximo presidente, que pondrá fin a la bicefalia que en 2022 se produjo con la dimisión de Carlos Lesmes después de que la presidencia del órgano del gobierno de los jueces y la del Tribunal Supremo se separaran por primera vez y quedaran en manos de dos personas diferentes.

Así, se prevé que en el plazo de una semana o menos se acabe esta anomalía y el cargo de presidente del CGPJ hasta ahora encarnado por Vicente Guilarte y el del presidente del Supremo, a cargo del magistrado Francisco Marín Castán, confluyan de nuevo en una sola persona.

Hace cinco años y medio, el candidato pactado fue el magistrado del Supremo Manuel Marchena, pero la renovación saltó por los aires cuando éste rechazó públicamente la propuesta después de que se filtrara un 'whatssap' del entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que defendía que con su elección se podría controlar "por detrás" la salasegunda de alto tribunal.

El presidente del CGPJ y del Supremo tiene que ser o bien magistrado del alto tribunal o jurista de reconocida competencia con más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de la profesión. Será elegido en una reunión que se celebrará entre tres y siete días después de la sesión constitutiva, en una votación en la que deberá contar con el apoyo de al menos tres quintos de los vocales.

Tras elegir a su presidente, el nuevo CGPJ deberá afrontar el centenar de nombramientos pendientes en la cúpula judicial y tendrá seis meses para plantear una propuesta de reforma del sistema de elección del Consejo.