La Generalitat de Cataluña decretó este sábado el confinamiento de la comarca leridana del Segrià, que incluye a la ciudad de Lleida, en la que viven unas 200.000 personas en unos 1.400 kilómetros cuadrados de superficie, por un rebrote de casos de COVID-19.
El presidente catalán Quim Torra aplicó esta medida tras haberse reunido con el vicepresidente, Pere Aragonès, así como los consejeros de Interior, Salud y Presidencia, Miquel Buch, Alba Vergés y Meritxell Budó, respectivamente. Esta decisión se ha anunciado poco después de saber que Lleida ha contabilizado 155 nuevos positivos en las últimas 24 horas. Este domingo, la comarca ha sumado otros 140 contagios, acumulando 295 en los últimos dos días..
"No nos podemos confiar ni un segundo mientras no paremos esta enfermedad tan voraz. He dado instrucciones al Conseller para que los Mossos y la Policía local multen si hace falta a quien no respete las normas que nos protegen”, ha destacado Torra en un comunicado ofrecido desde el Palau de la Generalitat.
Movilidad durante el confinamiento
Quien incumpla el confinamiento, que arrancó a las 12 del mediodía de este sábado, será multado, aunque se ha permitido la salida de todas las personas que no tengan su domicilio habitual en la zona confinada hasta las cuatro de la tarde. Así, no se puede entrar ni salir de la región aislada, y los residentes solo podrán hacerlo por motivos laborales. Además, se han prohibido las reuniones de más de diez personas y la Generalitat ha aconsejado a la población quedarse en casa.
Las restricciones afectarán también a movilidad, comercio y actividades empresariales. El transporte público de la comarca del Segrià mantendrá sus servicios para garantizar la movilidad por motivos laborales y para prestar servicios básicos, como es el caso de actividades esenciales, comerciales, empresariales y económicas.
Según han informado desde el Departamento de Territorio, por carretera funcionarán "con normalidad" los autobuses urbanos e interurbanos, así como los servicios ferroviarios de Cercanías de Cataluña y de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), excepto el Tren dels Llacs que, precisamente, iniciaba su temporada de verano.
Por su parte, Renfe ha informado que seguirá operando el AVE de larga distancia y los Avant en Lleida, aunque facilitará cambios y devoluciones "sin coste" a los viajeros con origen o destino Lleida. Finalmente, en relación al aeropuerto de Alguaire, está previsto que siga "con normalidad" prestando sus servicios, pese a que la compañía encargada de gestionar el vuelo de Palma de Mallorca programado para el domingo "está valorando alternativas".
Actividades e iniciativas de ocio
Además, el Ayuntamiento de Lleida ha decidido suspender la XXXI edición de la Fira de Titelles prevista para el 8 de julio y aplazar la apertura de piscinas municipales, como mínimo, hasta que concluya el confinamiento. Según ha explicado el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, sí que se mantiene el programa "Estiu de Jocs" dirigido a escolares de la ciudad durante los meses de verano, pues ya se estaban siguiendo las recomendaciones de diez menores y un monitor por grupo, el máximo que permite la nueva situación.
Por otra parte, el consistorio ha decidido no abrir las ludotecas y mantener cerrados los centros cívicos repartidos por los distintos barrios de la ciudad. Sí que permanecerán abiertos los parques y jardines, aunque con "estrictas" medidas de higiene y seguridad que, de forma especial, Pueyo ha pedido que sigan las familias.
Asimismo, se ha suspendido el programa 'Ecodescoberta' y se aplazan las actuaciones programadas para los próximos 15 días del programa cultural "Fase Cultura". En relación a los bares y discotecas, Pueyo ha asegurado que se mantendrán abiertas, pero siguiendo unas medidas de seguridad e higiene que tendrán que respetarse de forma más intensa que nunca. Para ello, el consistorio intensificará las vigilancias policiales de la Guardia Urbana y pedirá también la colaboración de los Mossos d'Esquadra.
Precisamente en este punto, el alcalde ha anunciado que se llevará a cabo una importante tarea de "mediación" entre las personas que duermen en los pabellones habilitados durante los meses de verano en Fira de Lleida y que, durante el día, frecuentan las calles de barrios como el Centro Histórico.