La Iglesia católica ha pedido perdón por primera vez en España por los abusos sexuales cometidos por sus miembros. Ha sido en Bilbao, en un acto de reconciliación, que se ha celebrado la tarde de este viernes. El Obispado de Bilbao ha asegurado que pedir perdón es "necesario, pero no suficiente".
Es la primera vez que en un acto religioso la Iglesia pide perdón por los casos de pederastia. El obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha sido muy claro en una oración celebrada en la catedral de Santiago de la capital vizcaína: "Reconocemos que entre nosotros ha habido abusadores". Además, ha pedido perdón a las víctimas, una petición, dice, es "necesaria, pero no suficiente".
Directamente, Segura ha llamado a asumir la responsabilidad de tantas "vidas rotas". Su homilía de la tarde de este viernes ha sido dedicada a las víctimas de la pederastia por parte de la Iglesia. "No hemos confrontado con claridad y firmeza a quienes han ejercido sobre ellos violencia y abuso sexual o de otro tipo".
El testimonio de las víctimas
Las víctimas, que han sido invitadas al acto, también han hablado. Joseba Imanol Ibarra, víctima de abusos sexuales en la Casa de Misericordia de Bilbao, ha expresado que "hay pecados que no se pueden perdonar de quienes tenían el deber de protegernos y nos hicieron descender a los infiernos con abusos, humillaciones y violaciones".
Entre las víctimas, está el sacerdote Josu López, que sufrió abusos con 12 años. "En aquellos momentos, la familia apoyaba todo lo que el colegio decía", señala.
Pero, el perdón, dicen, no es suficiente. Juan Cuatrecasas Asua, padre de la víctima del 'caso Gaztelueta' señala: "Entiendo que hay víctimas que están cansadas de oír la palabra perdón. Pero bueno, yo entiendo que desde el Obispado deBilbao se están dando pasos en positivo".
Reclaman que se cumpla una penitencia. Alfonso Ruiz de Arcaute, que ha denunciado haber sufrido abusos en una parroquia de Vitoria cuando tenía 13 años, asegura que deben "asumir las consecuencias de ese acto, que es pecado pero también un delito". Aunque reconocen que este paso de la iglesia va por el buen camino.