El error del diputado del PP Alberto Casero, que se equivocó a la hora de votar la convalidación de la reforma laboral y permitió que saliera adelante en una ajustada votación, no ha sido el único con consecuencias relevantes a la hora de decantar el resultado y la aprobación o no de importantes decretos y leyes.
En un prolijo informe, los letrados del Congreso han negado que hubiera fallos informáticos, han achacado a Casero el error, han rechazado que sea necesario comprobar telefónicamente el sentido del voto, han negado la posibilidad de que el diputado hubiera subsanado su voto telemático de manera presencial y, además, han avalado la postura de Batet de no convocar una reunión de la Mesa del Congreso, dados los "numerosos precedentes" de fallos de los diputados en las votaciones. Pero no solo eso: también han elaborado un listado de casos anteriores en los que varios legisladores se equivocaron votando y provocaron reveses importantes.
Uno de los casos que recuerdan es la votación el 25 de noviembre de 2004, cuando se votaba una modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial que fue rechazada al no alcanzar la mayoría absoluta y no se repitió la votación.
Tampoco en la votación del 9 de febrero de 2006, cuando estaba sobre la mesa modificar los impuestos del tabaco. "Pese a la voluntad declarada en el debate, 30 diputados del Grupo Parlamentario Socialista votaron erróneamente en contra de la convalidación", recuerda el informe, lo que provocó que la citada modificación fuera derogada.
También sucedió algo parecido ese mismo año, un mes después: el 21 de marzo de 2006, cuando se votaba la tramitación de la Proposición de Ley para declarar el 2006 como Año de la Memoria Histórica. Los socialistas también se equivocaron a la hora de votar, lo que provocó que se rechazara la tramitación "sin que se atendiera la petición de que, a la vista de lo ocurrido, se permitiera repetir la votación".
Además, los servicios jurídicos también recogen peticiones individuales de diputados que alegaron que se habían equivocado al votar y que el sentido del mismo no era adecuado. "En una ocasión, en la sesión plenaria de 30 de mayo de 2013, la Presidencia aclaró que el sentido del único voto emitido telemáticamente se trataba de un error, si bien se mantuvo en dicho sentido". En otros casos, al no detectarse fallo informático, se ha permitido que hayan aclarado en un escrito su postura para que conste en acta, aunque sin modificar el sentido de la votación.
También mencionan otro caso de una diputada que alegó error informático tras votar de manera telemática el 9 de abril de 2020, alegando que se anulara la misma y que se le permitiera votar de manera presencial. "No habiendo ocurrido tal error técnico, y tomando en consideración los precedentes existentes, se rechazó esta petición.