Desbordó todas las previsiones convirtiéndose en una marcha histórica. Más de 4.500 mossos, según la Guardia Urbana, se echaban a la calle para pedir la dignidad y el respeto que, dicen, no han encontrado en sus responsables políticos: "Todavía estamos esperando una condena de la violencia que se ejerció contra los agentes de Policía" aseguraba Davil Miquel, portavoz del colectivo.
Se sienten desamparados y desautorizados por el Govern tras una semana complicada. Primero fue la protesta del sábado pasado en Barcelona. Tras las cargas fueron muy criticados y el Govern anunció que estudiaría su labor. Después, llegaban los ánimos de Torra a los CDR. El vaso se desbordó tras las protestas del lunes ante el Parlament.
Con todo eso en mente marchaban por Barcelona y al pasar frente a la Jefatura Superior de Vía Laietana: Ovación a sus compañeros de la Policía Nacional que les devolvían el aplauso. Gesto que alaba Rivera: "Quiero reconocer el aplauso sentido de los Mossos al pasar frente a la comisaría de la Policía Nacional. Esa también es nuestra policía". Unos agentes que, piden, no se les utilice como instrumento político.