En una distendida entrevista en Onda Cero, el líder de la formación morada ha comenzado comentando cómo es su rutina un día normal. Asegura que se despierta sobre las 6 de la mañana y que los actos políticos ocupan gran parte de su agenda pero que, aún así, consigue volver a casa para cuidar de sus hijos y disfrutar de una serie con su pareja, Irene Montero.
Aunque no sea un loco de los deportes, Iglesias afirma que el deporte le ha gustado siempre y que lo sigue bastante. "Aunque el fútbol no es el deporte que más me entusiasma, es un lenguaje universal. Si viajas al extranjero, si sabes un poco de inglés y de fútbol puedes hablar con cualquier ser humano del planeta tierra", comenta.
En el fútbol se declara aficionado del Numancia. "Crecí en Soria y de hecho ví subir al Numancia a Segunda B y en un partido contra el Valladolid en el que jugó Fernando Hierro".
Confiesa que no es antimadridista. "Me gusta ir con el más débil en ese momento", comenta. Destaca la falta de medidas sociales en el deporte y no entiende que "haya miedo de los futbolistas a salir del armario", aunque se muestra esperanzado en "poder ir resolviendo eso poco a poco". De entre los deportistas que se han mencionado en la conversación, destaca al ciclista Perico Delgado como un "pionero" y a Miguel Indurain como un "monstruo".
Explica que su dedicación a la política le viene desde muy joven. De hecho, cuenta: "Desde los 15 años me llevo dedicando a la política, en asociaciones de estudiantes, de forma no profesional". Aunque confiesa que su vocación siempre fue la de ser profesor. "En la política actual te llevas más codazos que en el baloncesto, pero eso es lo que nos toca ahora", afirma.
Sobre su relación con el rey, comenta que han hablado muchas veces y que tienen un trato muy amistoso. "Me cae bien en lo personal, pero creo que en un país democrático al jefe del Estado se le tendría que votar". Asegura que si fuera presidente del Gobierno y se pitara el himno de España en una final de la Copa del Rey le parecería "una falta de respeto" y deja claro que "nunca se sentiría cómodo en un palco".