El vicepresidente del Gobierno de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, asegura que en la resolución del conflicto catalán no habrá acuerdos 100% satisfactorios, todos tendrán que ceder, y a los dirigentes del independentismo, dice, los prefiere negociando en las instituciones: "No me gusta verlos en la cárcel".
En una entrevista que publica La Vanguardia y a la pregunta de si sacar de la cárcel a Oriol Junqueras es condición para resolver la crisis catalana, Iglesias señala que no le corresponde al Gobierno determinar la situación procesal de Junqueras y sobre Carles Puigdemont y si debe jugar algún papel en la negociación, Iglesias sostiene que "cada partido decide quienes les representan independientemente de la situación procesal o geográfica".
Iglesias mantiene que la receta para Cataluña es "diálogo, diálogo y diálogo" y se muestra optimista respecto a que "poco a poco, y siendo realista, las cosas puedan mejorar y encauzarse políticamente". En la entrevista, Iglesias también apela al PNV a quien ve como "un aliado, una fuerza política con la que tenemos diferencias pero hemos sabido entendernos".
En definitiva, Iglesias percibe a los nacionalistas vascos como "una derecha con responsabilidad de Estado, que debe ser un aliado esta legislatura". Y en estos años de Gobierno, que Iglesias confía dure dos legislaturas, espera convertir a España en un referente europeo del Estado de bienestar. Sobre el conflicto creado por la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, Iglesias dice que no han intervenido en el conflicto porque no les corresponde.
La posición del Gobierno, subraya, es la defensa del diálogo entre venezolanos. "La situación de crisis política de Venezuela no se soluciona con golpes de Estado ni lanzando cócteles molotov a la Policía. Se resolverá con diálogo entre todos los actores políticos, los de una oposición muy plural y los del oficialismo, también muy plural", dice. En todo caso, asegura, "nuestra postura lógicamente será la que determinen la ministra y el presidente".