Las UCRI es la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios, "un paso intermedio entre la planta de hospitalización y la UCI", tal y como indica Javier de Miguel, jefe de Sección del Servicio de Neumología del Gregorio Marañón. Para ver cómo se trabaja en estas unidades, un equipo de laSexta acompaña al equipo de Neumología del Gregorio Marañón. El papel de las UCRI ha sido esencial en la pandemia, ya que estas unidades han ayudado a aliviar la presión en las UCI.
Al igual que en una Unidad de Críticos, los pacientes están monitorizados y controlados las 24 horas. La principal diferencia con la UCI es que aquí los pacientes no están intubados, sino que son tratados con terapias no invasivas, como la de "alto flujo, en la que se utiliza aire caliente humidificado a altas concentraciones", para mejorar así la insuficiencia respiratoria aguda, según explica el jefe de Sección del Servicio de Neumología del Gregorio Marañón.
En los casos más graves, utilizan la ventilación no invasiva: "Se mete aire a presión a través de una mascarilla", señala al respecto Soledad López Martín, responsable de UCRI del Gregorio Marañón.
Francisca es una paciente que estuvo varios días ingresada en planta. Sin embargo, con el paso de los días empeoró, por lo que los médicos decidieron trasladarla a la UCRI. "El peor momento fue cuando me bajaron aquí", cuenta, refiriéndose a la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios, donde se ha tratado a más 300 personas evitando, en la mayoría de casos, que acabaran en Cuidados Intensivos.
Durante los primeros meses de la pandemia, en la UCRI del Gregorio Marañón se atendió a uno de cada cuatro pacientes graves que ingresaba en el hospital. Luís Puente, jefe de Neumología del Gregorio Marañón recuerda que "acabó siendo tratado y resuelto el problema en el 80% de los casos con estos tratamientos".
Además de los enfermos con coronavirus, existen otros dos perfiles de pacientes que son ingresados en esta unidad: los que acaban de salir de la Unidad de Críticos y los que no cumplen los criterios para estar en una UCI. Este es el caso de la compañera de cuarto de Francisca. "En su caso, ser intubada no tendría salida ninguna, sino que seguramente moriría, por lo que iría más en detrimento que en favor", subraya Soledad López Martín.
Las UCRI ya existían antes de la pandemia, pero que ahora se han multiplicado. En el caso concreto del Gregorio Marañón, ha pasado de tener cuatro camas a 12. Se trata de un servicio que ha permitido descongestionar las UCI en los peores meses de esta crisis y ha ayudado a que muchos pacientes no tuvieran que acabar ingresados allí.