Hacer frente a la inflación, la escalada de precios generalizada, y garantizar los suministros son dos de los principales objetivos del plan nacional de respuesta al impacto de la guerra en Ucrania desarrollado por el Gobierno, y del que Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, dará todos los detalles este lunes. El martes se aprobará el Consejo de Ministros.
Conscientes de que uno de los mayores riesgos económicos de la guerra es el precio de la energía, de diversas materias primas y la traslación al coste de la vida, una de las líneas de actuación del Gobierno es precisamente la de rebajar los precios de la energía.
Es algo que ya ha avanzado Sánchez, después de que el Consejo Europeo accediera a tratar a España y Portugal como isla energetica para poder topar el precio del gas. Una decisión que el presidente del Gobierno cree "importante" porque "nos va a dar más herramientas a las que teníamos para responder a la crisis de la energía".
El plan, que se debatió en La Palma con los presidentes de las comunidades autónomas, sopesa además medidas para los sectores más afectados como la agricultura, la ganadería y la pesca.
Desde el Ejecutivo defienden que los partidos y las comunidades deben de estar "de acuerdo y unidos", en palabras de Sánchez, en "la respuesta a las consecuencias económicas de esta guerra que no ha buscado nadie salvo Putin".