A día 17 de octubre, el Gobierno en funciones sigue sin detallar su postura sobre una posible amnistía que desbloquee la investidura de Pedro Sánchez. El propio Sánchez dijo que fijaría su postura cuando se reuniera con todos los partidos; ese escenario ya ha ocurrido y todavía seguimos donde estábamos cuando esa posible ley entro en el tablero de juego.
Así lo evidencia la portavoz del Ejecutivo, una Isabel Rodríguez que ahora emplaza a la prensa a trasladar su postura cuando "culminen esos trabajos" con las distintas formaciones. "Cuando hayamos culminado esos trabajos, los contaremos con absoluta transparencia a la opinión pública española y también a ustedes", ha comentado a los periodistas.
El Gobierno aplaza, una vez más, fijar una postura sobre la amnistía. En septiembre y sin cámaras delante, Sánchez se comprometió a hablar de la amnistía cuando fuera candidato, algo que recogimos los medios. En octubre, ya cuando el rey Felipe VI le nombró candidato, dijo que fijaría su postura al terminar la ronda de contactos.
"Cuando hable con todos los grupos parlamentarios y escuche su parecer fijaré mi posición", prometía. Tampoco dará explicaciones en el Senado, donde el PP ha impulsado un debate sobre la amnistía en el que sí que estará el president de la Generalitat, Pere Aragonès.
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, avanza que no dejarán "en manos del PP" y de sus presidentes autonómicos, que también estarán allí, "un debate sobre la amnistía". Isabel Rodríguez ha afeado lo que considera la "instrumentalización del Senado" por parte del PP para este debate.
Felipe González y Page hablan de "olvido" o "amnesia"
Este martes hemos podido escuchar nuevas voces críticas con la amnistía desde dentro del socialismo. El expresidente del Gobierno Felipe González considera que amnistía equivale al "olvido", así como el "reconocimiento de que ellos tenían razón y el Estado democrático no".
Para Emiliano García-Page, la "amnesia" solo puede traer "que se vuelva a repetir" unos hechos como los del 1-O. En definitiva, estamos en un panorama tan dividido como en las últimas semanas y con las mismas dudas que había en la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo.